La 'niña' Cristina: 'Señorita maestra, el niño Macri me grita'

0
466

Interpretación gráfica de José Luis Rondán
Interpretación gráfica de José Luis Rondán

Equipo de Política de ICN Diario.-
Cristina Fernández de Kirchner no acepta vivir en la realidad y le cuesta pensar que a partir de la hora 0 del jueves 10 de diciembre, según indica la Constitución, dejará de ser la presidenta de Argentina.
Explica el constitucionalista Gregorio Badeni, que “La Presidenta fue elegida por cuatro años y los cuatro años concluyen el día 9 a las 24 horas. No se puede prorrogar ni por tres horas el mandato”, indicó. Y agregó: “Si ella ejerce la presidencia después de los cuatro años, aunque sea durante 4 o 5 horas, será una presidenta de facto”, señaló en declaraciones al canal de noticias TN y discrepando con el escribano general de la Nación, Natalio Etchegaray, que dijo que el mandato de Cristina Kirchner termina a la medianoche del 10 de diciembre.
Lo que dice Etchegaray se cae por su propio peso ya que Mauricio Macri quedará investido como jefe de Estado en la mañana del jueves 10 de diciembre y sería imposible que convivan a la vez -aunque sea unas horas- dos presidentes de la República en el mismo cargo. Es una ilegalidad.
Pero lo insólito es el capricho de Cristina que pretende entregarle los atributos presidenciales a Macri -banda presidencial y bastón de mando- en el Congreso de la Nación y no en la Casa Rosada, la sede del gobierno, lugar donde tradicionalmente reciben esos atributos los nuevos presidentes, salvo ella y su marido Néstor Kirchner que por decisión propia pidieron recibirlos en el Congreso.
Pero esa no es la norma, los atributos presidenciales se entregan de un presidente a otro en la Casa de Gobierno.
Badeni también explicó que lo más razonable es que la transmisión de mando se haga en la Casa de Gobierno porque se transmite la titularidad del Poder Ejecutivo, y la titularidad del Poder Ejecutivo está en la Casa Rosada, subrayó.
Pero Cristina insiste, vocifera y amenaza con no entregarle la banda y el bastón, si ese acto protocolario no se hace en el Congreso, porque según sus propias declaraciones, todo llevaría más tiempo y no llegaría en hora al Sur para acompañar a su cuñada Alicia Kirchner cuando asuma como gobernadora de la provincia de Santa Cruz y explica que ahora debe viajar en un avión de línea ya que lamenta no contar más con la aeronave presidencial Tango 1, para sus desplazamientos.
Todo demasiado absurdo que es gestado por alguien que se resiste a perder el poder que tuvo durante 8 años y que llegan a su inexorablemente a su fin.
Mauricio Macri-con lógica- le llamó varias veces para plantearle que quiere que ese acto se haga en la Casa Rosada, con el mismo derecho con el que ella y su esposo, decidieron en su momento cambiar y recibir los atributos en el Congreso. Además la decisión corresponde al nuevo presidente y no al saliente.
Pero Cristina se ha negado y adopta el papel de víctima expresando que Macri le gritó en su última comunicación telefónica y le faltó el respeto, algo desmentido por otra mujer, la vicepresidenta electa Gabriela Micheti, quien aseguró que Macri no actúa de esa forma.
Conociendo los desplantes y la intolerancia de Cristina Kirchner, la mayoría coincide en que es otra de las argucias de la mandataria para obstaculizar la asunción del nuevo gobierno.