Cristina Kirchner que fue prepotente hasta con el Papa, se queja que Macri le habla mal

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Casa Rosada, sede del gobierno argentino (Foto: ICN Diario)
Casa Rosada, sede del gobierno argentino (Foto: ICN Diario)

Equipo de Política de ICN Diario.-
La presidenta de Argentina parece tener una doble personalidad; una cuando se muestra prepotente e intolerante con los demás y otra cuando se siente presuntamente agredida y entonces opta por el papel de víctima.
Durante sus dos mandatos presidenciales se cansó de ningunear a quienes se le antojaba. Esas actitudes las tuvo en varias oportunidades con el entonces cardenal argentino Jorge Bergoglio, al que maltrató e intentó humillar concediéndole alguna entrevista en la Casa Rosada, donde le hacía esperar por largo tiempo, para luego mandarle anunciar que no podía recibirle y que se marchara.
La mandataria nunca concurrió a un tedeum encabezado por el entonces arzobispo de la Argentina, Jorge Bergoglio.
Cuando lo nombraron Papa, la presidenta salió volando para ser la primera en ser recibida por Bergoglio Lo importante era ir al acto de asunción de Francisco en el Vaticano y ser la primera Jefa de Estado en ser recibida en una audiencia por el Papa. Febriles gestiones se realizaron desde Buenos Aires para lograr el objetivo que se temía no fructificara por las tensas relaciones de antaño.
Hoy la mandataria se coloca en una posición de víctima y “denuncia” que el presidente electo la trata mal y le grita y en un escrito que ha hecho público se queja del “maltrato” que recibió presuntamente de Macri que le llamó para exigirle que el traspaso de mando se haga en la Casa Rosada y no en el Congreso como quería Kirchner.
Con un estilo melodramático relata la presidenta saliente: “… un colaborador me informa que el presidente electo había enviado un SMS diciendo que quería hablar conmigo. Al llegar a Olivos -era imposible contestarle en medio de tanta gente- lo llamé…
Me pasan el celu y el presidente electo comenzó con un elevado tono de voz a exigirme que debía entregarle bastón y banda presidenciales en la Casa Rosada porque era “su ceremonia” y que si no lo hacía como él decía ¡la Corte Suprema de Justicia de La Nación! le iba a entregar los atributos, porque ya habían consultado.
Debo confesar que me sorprendió la exaltada -eufemismo de gritos- verborragia del presidente electo. Cuando logré que me dejara hablar -debe parecerles raro, pero quien hablaba del otro lado del teléfono parecía otra persona totalmente distinta a la que aparece en los medios e inclusive con la que he tenido algunas charlas-. A tal punto que en un momento tuve que que recordarle que más allá de nuestras investiduras, él era un hombre y yo una mujer, y que no corresponde que me tratara de esa forma”.
El papel de víctima no le cabe a la señora jefa de Estado, sabiendo la dureza con la que siempre actúa, en todos los ámbitos.
Luego Kirchner desea que el cambio se haga rápido y escribe que la suscrita “quiere hacerlo cuanto antes para poder viajar a Santa Cruz porque el vuelo regular de Aerolíneas Argentinas a Río Gallegos sale a las 15 hs. y no me va a esperar. Quiero estar en la jura de Alicia Kirchner como Gobernadora de Santa Cruz, ya que postergó su asunción hasta las 20 hs. para que pudiera asistir”.
Le debe resultar difícil a la presidenta volver a viajar en vuelos de línea y no utilizar el avión presidencial para sus viajes personales al Sur, que utilizó en forma indebida enviando a su hija a visitar amigas.
La prepotencia por lo visto llega a su fin