Argentina: tozudamente izquierda… siempre izquierda

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Casa Rosada (Foto: ICNdiario)
Casa Rosada (Foto: ICNdiario)
Por José Luis Rondán.- El ingeniero Mauricio Macri fue electo como el nuevo Presiente del hermano país argentino; tras un balotaje, el primero en su género en la historia Argentina, apenas con un magro 3%, sin mayoría en la cámara de Senadores, pero muy a pesar de muchos, muchos de allá y muchos de acá, les guste o no les guste, será el Presidente argentino.
Asumirá tan digno cargo el próximo 10 de diciembre, diez días hábiles después de realizados los comicios, por lo que supongo que después de doce años de autoritarismo, de corruptelas y amiguismos, y ante la premura del relevo, hoy por hoy, al momento de estar escribiendo estas líneas, con seguridad hay varias brigadas de La Cámpora y otros colegas, rompiendo papeles que puedan comprometer y complicar a muchos de los integrantes del gobierno saliente, porque de eso saben.
El día martes 24, se realizó la reunión en Olivos, entre Cristina K y Macri, apenas media hora de reunión entre ambos, bastaron para que éste le dijera a la prensa que no valió la pena dicha reunión, que solo hablaron de las formalidades protocolares del cambio de mando, que no habría ningún tipo de intercambio de información entre los ministros, etc. como para no decirle a los periodistas que no tenía ni idea por ejemplo, del dinero que había en el Banco Central, que nadie lo sabía…Así las cosas. Ya veremos como hierve el ensopado cuando destape la olla.
Macri hizo historia, está haciendo historia en su país, dado que desde hace más de una década, comenzó a conformar un movimiento por fuera de los sectores políticos tradicionales, más de alianzas que de masas, el que entre sus aspiraciones era arrebatarle el poder a los K, quienes hicieron de Argentina su feudo, y al fin pudo lograrlo, derrotando en la noche del domingo pasado, a un impuesto Scioli, quien en vez de propuestas, de planteamientos serios, basó su estrategia durante toda la campaña, en asustar a la gente, en imponer el sentimiento del horror si el liberal Macri llegaba al poder y que él, y lo que representaba en ese momento, eran el único camino a la salvación, denostando cada vez que le era propicio, al candidato opositor. Votó muy bien, es decir, su estrategia casi tuvo éxito.
Macri ha planteado entre los muchos tópicos expuestos, propuestas económicas, de estructura, de re organización institucional y toma de confianza de la gente hacia su futura gestión; ha planteado propuestas de apertura a una prensa que él entiende, hoy se halla amordazada; apertura y buen relacionamiento con sus hermanos latinoamericanos y del mundo, tratando de recomponer situaciones de interacción que hoy se encuentran en franca fisura, combate al narcotráfico, combate a la corrupción e independencia absoluta del Poder Judicial para que investigue lo que deba investigar sin la tutela del Ejecutivo, pobreza cero, etc., etc.
Como está el panorama no se realmente si logrará llevar a cabo sus ideas, no sé si el propio sistema se lo permitirá, si le darán las fuerzas de empuje o si sus colaboradores de hoy, los del apretado abrazo y la sonrisa abierta, no se constituyen en los traidores de mañana; en el poder y junto a él, todo puede ocurrir.
Por estos lares muchos han estado sangrando por la herida, porque fieles al concepto del comerciante de humo (léase José Mujica), quien estando en España aseveró (palabras más palabras menos, ya que como te digo una cosa te digo la otra), que no importaba como fuera, pero que lo importante era que el poder debía permanecer en la izquierda, reafirmando de algún modo y desde mi óptica, la idea de que lo político está por sobre lo jurídico, por ello ese afán de las izquierdas progresitas, de re fundar el país donde toman el control.
Recordemos una anécdota de Evo Morales, donde sus abogados, los de la misma especie que Mujica ha denostado reiteradamente por su calidad de universitarios, le indicaban que las leyes que proponía en ese momento eran inconstitucionales, que no se podían llevar adelante, y él alegremente, desde su pomposo poder progresita, les indicaba que ellos eran los abogados, que para algo habían estudiado, que las hicieran viables….Sin palabras.
O las reiteradas amenazas del Incapaz omnibusero venezolano, hacia sus oponentes a días de los comicios parlamentarios, encarcelando, torciendo a su antojo, maltratando, insultando y prometiendo salidas masivas a las calles, arma en mano, si la gente, soberanamente, y porque ya no aguanta más miserias, se llegara a expresar en su contra.
Y así podemos seguir con varios personajes más que desde su balcón miran y no pueden creer que el nene bien de Macri, se pueda sentar, por el voto popular, en el sillón presidencial, donde hasta ahora solo se había aposentado Cristina, la vieja más loca que el tuerto (dichos de Mujica, que conste), y a la vez, amén de haber sido reverenciada mil y una vez por los obsecuentes progresistas, se constituyó en una plaga para nuestro país, en nuestra enemiga, quien actuó hacía nuestro pueblo, como si de una provincia de cuarta se tratara, a la que si no podía gobernar, debía aplastar, aunque la Intendencia de la Capital, Montevideo, le otorgara la llave de la ciudad.
Durante el primer gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, quien debió sufrirla de primera mano ( 2005 -2010), llegó a ignorarlo en un acto público, más precisamente en una reunión de la UNASUR en Brasil, poniéndolo a la altura de un funcionario cualquiera, desestimando su presencia; arengó a la gente de Gualeguaichú con el aval de su marido y de ella misma, para cortar el puente internacional, vociferando que esa era una causa Nacional, suceso que duró cuatro años, y llevó a la ruina a muchos compatriotas; llegando los alzados argentinos, a ocupar con su complacencia, el consulado uruguayo en Gualeguaichú, problema gravísimo que casi termina con las relaciones diplomáticas entre ambos países, y supongo que en ese momento, de no haber existido el relacionamiento que teníamos con los Estados Unidos, quizás hasta hubieran abrigado la peregrina idea de invadirnos.
Nos cortó el flujo comercial hacia Argentina, generó serios contratiempos en los temas portuarios, no solo en Montevideo, donde apuntó su mira a quitarnos todo el tránsito de barcos de ultramar que le fuera posible, sino en Nueva Palmira, no participando en los correspondientes dragados de la isla Martín García, con lo que se obtendría mayor calado; puso cuanta traba tenía a su alcance para evitar que sus con ciudadanos cruzaran el río para venir a veranear a nuestras playas, pretendiendo arruinar nuestra industria turística; puso todos los escollos que le fue posible para deteriorar nuestro comercio desde dentro mismo del MERCOSUR, limitándonos en todos los planos posibles, lo que me hace pensar cuando me sitúo ante tamaña enemiga de mi país, hasta donde llega la imbecilidad de alinear ideas, de encolumnar ideologías, de compartir trinchera con la cobra, cuando la contraparte cambia las reglas de juego como si de vestidos se tratara, cuando bajo amenazas pretendía sumisión como si de la época colonial se tratara; debiendo para colmo de males, someternos a la pena de tener que soportar un Presidente elegido por su vulgaridad, por su ordinariez, que no reparaba en ir a visitar a su mentora del otro lado del grandioso estuario, halagando su perfume, mientras él se mostraba pordiosero, opaco, casi bufón, tal cual lo describió un miembro del gabinete K, propiciando, permitiendo brechas que no se cierran, que no se reparan, que no se disimulan con un vaso de vino o una palmada en la espalda sino con el concurso y participación activa de embajadores comprometidos, que sepan de su oficio.
El Ingeniero Mauricio Macri habrá de asumir el 10 de diciembre, y ante él se abrirá un amplio, un amplísimo abanico de elementos sobre los cuales deberá trabajar para comenzar a dar forma a su idea de país; ojalá que aquellos que se constituyan en sus colaboradores le sean leales, honestos y realmente se comprometan con sus obligaciones, ojalá que sus opositores, desde su lugar en las trincheras ideológicas que le correspondan, también sean honestos para permitir el trabajo, la construcción, la puesta en marcha de ese gigante sobre el cual nos recostamos y con el cual compartimos adn, recordándole que Uruguay sí existe.