El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos realizó un llamado al cese al fuego para siempre en Colombia, al tiempo de asegurar que tanto el Ejecutivo como las instituciones trabajan por un país sin violencia y por el respeto a los derechos humanos.
Las declaraciones las efectuó el mandatario durante el acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional del Estado sobre desaparecidos en los hechos del Palacio de Justicia, en cumplimiento de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso conocido como ‘Rodríguez Vera y otros’ desaparecidos del Palacio de Justicia en Bogotá, durante los hechos ocurridos el 6 y 7 de noviembre de 1985.
Hace 30 años un comando de guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19) ingreso a la sede del Palacio de Justicia y mantuvo a cerca de 350 rehenes entre magistrados, consejeros de Estado, servidores judiciales, entre otros.
La Policía Nacional y el Ejército Colombiano, rodearon el edificio e iniciaron una operación que culminó 27 horas después con un saldo de un centenar de personas fallecidas. La toma ha sido calificada como holocausto y masacre por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por “un exceso de la fuerza pública”.
En este contexto recordó las palabras del entonces Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, quien clamó por un cese al fuego durante los cruentos acontecimientos de esta fecha.
“Queremos hacer realidad, pero en otro contexto –un contexto más amplio– esa frase angustiosa (…) que todavía taladra nuestros oídos: ¡Que cese el fuego! ¡Que cese el fuego, sí! ¡Que cese el fuego en Colombia para siempre!”, dijo.
Ante esto el Jefe de Estado consideró que todavía persiste una deuda moral con las víctimas y familiares del Palacio de Justicia, que deberá ser saldada con avances significativos en las investigaciones penales, la condena de los responsables, el establecimiento del paradero de los desaparecidos, la adecuada reparación a las víctimas y sus familiares y, sobre todo, el esclarecimiento de la verdad.
“Aquí se sacrificó a la Justicia y a sus más altos magistrados, además de abogados, funcionarios y visitantes ocasionales del Palacio, y comenzó la tragedia de otros tantos que hasta este momento se sigue descubriendo en todos sus detalles”, señaló.