El candidato kirchnerista a la presidencia de la República Argentina, Daniel Scioli, es antes que nada un obsecuente de la presidenta Cristina Kirchner quien le indica y ordena lo que debe hacer y aceptar.
La mandataria le ha impuesto a la fuerza a su compañero de fórmula, el ultrakirchnerista Carlos Zanini y llega hasta “aconsejarle” quienes deben ser los funcionarios que le acompañarán en su gestión como presidente en caso de ganar las próximas elecciones del domingo 25 de octubre.
La historia de la obsecuencia de Scioli comienza cuando Néstor Kirchner lo lleva como su vicepresidente al asumir la primera magistratura del país en mayo de 2003 y que se cumplió hasta diciembre de 2007, siempre en silencio y acatando lo que se le ordenaba.
Allí, Daniel Scioli, fue tan solo una figura decorativa colocada para cumplir las formas democráticas, donde padeció los más humillantes maltratos a su investidura de vicepresidente. Jamás se le tuvo en cuenta para nada y menos para consultarle algo, solamente recibía órdenes que él cumplía fielmente como presidente del Senado. El ninguneo hacía su persona fue una verdadera vergüenza.
Lo “colocaron” como gobernador de la provincia de Buenos Aires, para que cumpliera órdenes y no molestara y así el fiel soldado lo hizo. Jamás alzó su voz para decir que no estaba de acuerdo con algo. Era el chico para todo tipo de mandados. Incluso hoy que por su obediencia y conveniencia para el kirchnerismo, lo colocan como candidato presidencial, la mandataria lo denigra en las cadenas de televisión, donde se dedica a inaugurar obras de su gobierno, dejándolo en un premeditado segundo plano.
Cristina Kirchner, que ya cumplió dos mandatos presidenciales consecutivos y constitucionalmente debe esperar cuatro años para volver a postularse, cree que puede volver en el 2019 y por eso está claro que no iba a dejar cuidándole el trono, a un hábil político que la opacara y pudiera optar por un segundo mandato sobre la base de una buena gestión; ha encontrado en Daniel Scioli el candidato ideal que siempre baja la cabeza y acata sus órdenes, que además blindará a los funcionarios kirchneristas en las posibles denuncias por presuntos delitos que podrían recibir desde la oposición.
Así que muy pocos tienen dudas sobre quien gobernará en Argentina, en el caso de ganar las elecciones Daniel Scioli, el obsecuente de Cristina.
Es verdad, Scioli, es un apático que jamás se rebelará antes las órdenes del kirchnerismo. Ni siquiera es peronista aunque dice serlo. El único peronista hoy es Sergio Massa.
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