
Señaló que “Servir significa cuidar la fragilidad, cuidar a los frágiles de las familias, de la sociedad, de nuestros pueblos”.
Ante una multitudinaria concurrencia, el Santo Padre expresó que es a los frágiles a los que Jesús propone mirar y amar.
“Ellos son personas de carne y hueso, con historia. A ellos hay que cuidar y luchar por su dignidad”, dijo al destacar que la importancia de una persona se muestra en cómo sirve en la fragilidad de sus hermanos.
Francisco invitó a cuidarse del servicio que se sirve de los otros y “que tiene el interés de beneficiar a los míos en el nombre de los nuestros y deja por fuera a los nuestros… Tenemos que ayudarnos a no caer en las tentaciones del servicio que ser sirve de los demás”.
Puntualizó que nunca el servicio es ideológico, pues este no se sirve de ideas sino de personas.
Destacó que “Cuba es un pueblo que tiene heridas como todos, pero que sabe estar con los brazos abiertos. Es un pueblo que tiene vocación es de grandeza”, aseguró el Papa.









