En una columna de opinión escrita en el diario El Comercio de Perú, la líder de Vente Venezuela, sostiene que:
“Las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre podrían representar una oportunidad decisiva para que podamos concretar la transición hacia la democracia en paz. Por eso, y ante el monumental desplome de su apoyo popular (más del 80% de los venezolanos quiere un cambio de régimen en paz), el gobierno se prepara para todos los escenarios: robar la elección, con la bendición de la Unasur y sin la incómoda presencia de las misiones electorales calificadas de la OEA y la UE; y, de no parecerle esto posible, generar un cuadro de violencia que lleve a la suspensión de las elecciones”.
Más adelante Machado revela que “en el plano electoral avanza un fraude continuado: a miles de jóvenes se les impidió inscribirse en el Registro Electoral, a los funcionarios se les acosa y hace creer que su voto no será secreto, se crearon más de 400 centros de votación en zonas de altísimo riesgo controladas por bandas armadas oficialistas, se usan de manera obscena para proselitismo los escasos recursos públicos, se modifican arbitrariamente los circuitos electorales, se confiscan judicialmente directivas de partidos políticos y se inhabilita políticamente a líderes opositores”.
El papel de la Unasur
Más allá de lo que denuncia María Corina Machado en su artículo de opinión, vale resaltar el nulo papel de la Unasur en el tema de Venezuela, ya que ha tomado una posición definida a favor del régimen chavista y sin ocuparse de la situación en la que vive el pueblo venezolano ante el acoso del gobierno.
El cuestionado secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el colombiano Ernesto Samper, no ha estado a la altura del cargo porque se ha preocupado en atender solo lo que exige Maduro, sin entrometerse en el fondo de la cuestión.