El gobierno de Cristina Kirchner a través de YPF, llegó a un acuerdo millonario para que Chevron explotara el yacimiento petrolífero de Vaca Muerta en Argentina, luego del grave conflicto en Ecuador donde el presidente Rafael Correa, demanda a Chevron por daños ambientales que la empresa de EEUU dejó en Ecuador.
En marzo de este año, el presidente Rafael Correa calificó de “victoria muy importante” al laudo interino de la Corte Internacional de La Haya en contra de la demanda planteada por la petrolera estadounidense Chevron que pretendía que Ecuador asuma ante las comunidades los daños ambientales que la compañía ocasionó en la Amazonía amparado en un acuerdo firmado entre Estados en 1998.
Mientras Ecuador se enfrenta a Chevron, Argentina incluso ha ampliado el acuerdo con YPF para invertir otros 1.600 millones de dólares (1.152 millones de euros) en el yacimiento de hidrocarburo no convencional de Vaca Muerta.
Este martes 7 de julio, la mandataria argentina recibió en su despacho de Casa de Gobierno a directivos de la firma Chevron y en una nota de prensa el gobierno argentino manifiesta que “Chevron es una de las compañías integrales de energía líderes en el mundo, participando en todas las facetas de la industria energética. Explotación, producción, transporte de petróleo crudo y gas natural, refinación, comercialización y distribución de combustibles y lubricantes; producción de productos petroquímicos; generación de electricidad y energía geotérmica, energías renovables y soluciones de eficiencia energética”.
Mientras Ecuador combate y litiga; Argentina negocia con Chevron y el otro socio ideológico- Venezuela- no se involucra en la defensa de la lucha ecuatoriana.
Argentina, anduvo por mundo el pidiendo apoyo en su guerra contra los fondos buitre y Ecuador se involucró a favor de sus socios en la región, como también el presidente Correa defendió el reclamo argentino para recuperar la soberanía en la islas Malvinas.
Pero claro, los compañeros ‘ideológicos’ llegan hasta un límite; el económico. Allí se acaban las ideologías y también el acompañamiento.
R.C. Gómez