El inefable presidente de Bolivia, Evo Morales, el mismo que un día aseguró en la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra que la homosexualidad es fruto de la ingesta de pollos transgénicos.
“El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres” y agregó que “La calvicie que parece normal es una enfermedad en Europa, casi todos son calvos, y esto es por las cosas que comen, pero aquí no, porque comemos otras cosas”.
Ahora en otra de sus sesudas opiniones, don Evo destaca el papel que realiza la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en materia de integración y fortalecimiento de los valores democráticos en la región; al tiempo de valorar el tratado constitutivo del bloque que fue firmado el 23 de mayo de 2008 en la ciudad de Brasilia donde se estructuró el organismo multilateral.
“Algunos principios de esta constitución estaban basados en la inviolabilidad de los estados, la autodeterminación de los pueblos, solidaridad entre Estados, cooperación, paz, democracia, pluralismo, derechos humanos, reducción de las asimetrías y armonía con la naturaleza para un desarrollo sostenible”, dijo.
Claro que al igual que con los pollos transgénicos y la calvicie, vuelve a equivocarse ya que la Unasur solo vela por defender los principios antidemocráticos del régimen chavista, sin atreverse a ofender a Nicolás Maduro diciéndole basta al acoso que ejerce al pueblo y al ataque constante a los medios de comunicación que ejecuta secundado por Diosdado Cabello.
La noticia tenemos que darla, pero de ahí a creerle en lo que afirma hay una gran distancia.
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