El domingo 24 de mayo puede ser el comienzo de un nuevo tiempo en el espacio político español dominado hasta ahora por el bipartidismo (PP y PSOE) que seguramente va a incidir en el cambio de políticas sociales en varias áreas que hoy son las que reciben más críticas por parte de los ciudadanos; empleo, salud, educación.
Los partidos emergentes como Podemos y Ciudadanos se han ido adaptando a los reclamos de los votantes yendo hacia adelante o hacia atrás y variando las promesas de acuerdo a los deseos que creen percibir en los electores.
En estas elecciones autonómicas y municipales, Podemos, la formación de izquierdas que lidera Pablo Iglesias, comenzó con muchos bríos pero parece perder fuerza, al no tener un discurso sólido y dejarse arrastrar -por falta de experiencia- por los mismos laberintos del poder político añejo, que tanto dice querer combatir.
Pablo Iglesias, que no oculta su admiración por el régimen chavista de Venezuela, ha tratado de variar su discurso, pero lo ha hecho muy tarde y eso le generará una pérdida de votos, aunque mucha gente que busca el cambio le apoyará, más allá que es una incertidumbre saber que tipo de políticas aplicará en algún municipio se llegara a ganar.
Ciudadanos, la formación catalana liderada por Albert Rivera, defiende a ultranza la unidad de España contra el separatismo radical de los partidos catalanes ERC y CiU y en estos comicios se lanza a nivel nacional y seguramente, dará varias sorpresas.
Las encuestas han marcado el abrupto descenso de UPyD, de Rosa Díez, un partido que tuvo su momento de gloria en las pasadas elecciones nacionales pero ahora el panorama se le presenta adverso.
A Izquierda Unida (IU) los sondeos parecen no beneficiarle y se aleja de ser la formación que, con su apoyo, ayudaba en el pasado a que el PSOE lograra formar gobiernos autonómicos o municipales.
Sin dudas, el 24 de mayo definirá cual es la forma que hoy quieren los españoles, para vivir los próximos años.
En estos comicios pueden votar 35 millones de españoles.
R.V.









