Secretario General de la OEA se despide del cargo tras dirigir 10 años la organización

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El secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza dejo su cargo tras dirigir durante 10 años la organización, destacando la tarea realizada en la última década al frente de la institución hemisférica.
En este sentido el Secretario General Insulza explicó que sus ejes de su acción, desde que asumió el 26 de mayo de 2005, se centraron en la inclusión, democracia, soberanía e igualdad; factores – a juicio de Insulza- son esenciales para el desarrollo de hemisferio.
Estos “cuatro valores que a veces no coexisten cómodamente. Pero son, querámoslo o no, nuestro desafío y debemos de ser capaces de volcarlos en nuestra agenda hemisférica”, afirmó.
El líder de la OEA recordó que él fue pionero en plantear el tema de la exclusión de Cuba del Sistema Interamericano durante más de medio siglo. Asimismo recordó que durante su mandato se aplicó en una sola ocasión la “cláusula democrática” de la Carta Democrática Interamericana (CDI), en Honduras en junio de 2009, cuando la Asamblea General “determinó que se había producido un grave rompimiento del orden democrático”.
Además el Secretario General Insulza mencionó algunos de los principales logros de su gestión: “105 observaciones electorales defienden el precepto de generación democrática de autoridades; diez mil facilitadores judiciales promueven el acceso a la justicia: la Convención contra la Corrupción y el MESICIC; los programas de Registro Civil y de Gestión Pública Efectiva; son aplicaciones positivas de nuestra Carta Democrática, que buscan mejorarla a través de la cooperación”.
A la ceremonia participaron los representantes permanentes de los 34 países que integran la OEA, quienes agradecieron y valoraron el trabajo realizado por Insulza al frente del organismo de integración internacional.
En este sentido las autoridades valoraron los avances alcanzados por la organización durante su gestión, incluyendo la lucha contra las drogas y la reducción de las desigualdades, además de su preocupación por fomentar el diálogo político como fórmula para solucionar conflictos.