El presidente Salvador Sánchez Céren aseguró que alrededor de 1 millón 160 mil salvadoreñas y salvadoreños se verán beneficiados directamente con la puesta en marcha del Plan de la Alianza de la Prosperidad del Triángulo Norte en Centroamérica, al cual el gobierno desea impregnarle “un matiz social importante”.
En este sentido el jefe de Estado afirmó que su gobierno lleva adelante un proceso de territorialización para identificar a los municipios donde se ejecutarán, de forma prioritaria, las acciones planteadas en este proyecto de desarrollo regional.
“Esta Alianza de la Prosperidad nos permite desarrollar las oportunidades para el capital humano, estamos convencidos que debemos apostarle al fortalecimiento de nuestros sistemas de protección e inclusión social”, dijo, agregando estos “son territorios donde hemos tomado en cuenta los patrones de migración irregular, la incidencia de los temas de violencia y la alta proyección de desarrollo productivo”.
Las declaraciones las realizó el Mandatario en el marco de su participación en la mesa técnica de trabajo intersectorial que se celebró en la ciudad de Guatemala y donde participa además el presidente de esa nación, Otto Pérez Molina, y su homólogo de Honduras, Juan Orlando Hernández, así como el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden.
En este contexto las autoridades discutieron los cuatro ejes de esta estrategia que impulsará el desarrollo y el buen vivir en El Salvador, Honduras y Guatemala, con apoyo de Estados Unidos y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Ante esto informó que se han identificado 44 municipios a intervenir (10 de la zona norte del país, y 34 de la zona costero marina), los cuales han sido catalogados como prioritarios en el Plan Quinquenal de Desarrollo 2014-2019.
El presidente dijo que se contempla mejorar la cobertura y calidad de la educación desde la primera infancia, poner énfasis en la formación secundaria y vocacional y reforzar el modelo de escuelas inclusivas de tiempo pleno en El Salvador.
Asimismo destacó que en materia del combate a la inseguridad, que constituye el segundo eje del Plan, el trabajo con los jóvenes es fundamental, así como fortalecer la Policía Comunitaria y las instancias ya existentes de coordinación a nivel nacional, bilateral y regional, para atacar conjuntamente el flagelo de la criminalidad y narcotráfico.
Por último acotó que para la dinamización del sector productivo, es necesario la reactivación del mismo “se haga pensando en la generación de empleo y en el encadenamiento con otros sectores de la economía”.