Nuevamente impostando la voz y tratando de imitar el estilo de su mentor y vestido con esa exclusiva vestimenta deportiva que es motivo de envidia de los altos diseñadores de la moda mundial, el hombre que habla con los pájaros nos ha dado al mundo otra clase magistral de intelectualidad, hablando en cadena nacional, un derecho exclusivo del preclaro hombre de las letras.
¡Gracias Maduro por ser como eres e iluminarnos con tu sabiduría!
Recuerdo como si fuera hoy cuando con tu impronta de amplio conocedor de la historia bíblica nos ilustraste diciendo: “Buscaremos escuela por escuela, niño por niño, liceo por liceo, comunidad por comunidad meternos allí, multiplicarnos, así como Cristo multiplicó los penes… perdón, los peces y los panes, me perdonen la expresión”.
Estimado presidente como no disculparte, si eres la imagen del experto en temas económicos cuando hablas de “millones y millonas” o cuando salió a la luz tu faceta de hombre de letras al decir: “entregaremos gratuitamente 35 millones de libros y de libras”.
Un intelectual como tu que has leído las grandes obras del comics mundial y guardas como un tesoro la colección de “La mujer maravilla”, “Las aventuras de Rin tin tin” y “Condorito”, merece todo el respeto del mundo.
Y no debemos olvidar cuando simplemente con amor te has referido a los estúpidos: “Como ellos (los medios opositores) se la pasan pendientes de lo que yo digo y (como) hay una derecha estúpida, me perdonan los estúpidos que merecen respeto”. No hay duda que los estúpidos te perdonan. ¡Faltaba más que no lo hicieran!
Pero hoy en cadena nacional he quedado sin palabras…¡eres un ídolo! tu frase dirigida al imperio es sublime y ejemplarizante para los niños: “¡A Venezuela se respeta, yanquis del carajo, respeten a nuestra patria!. ¡Ya basta!”.
Verdaderamente, ya basta, si Maduro…ya basta.