El ministerio entrega la tarjeta Uruguay Social, que les permite a los poseedores realizar compras y la ministra Arismendi dijo que dicha tarjeta da “libertad” a sus beneficiarios. “Es una herramienta muy linda, porque da autonomía. No es que al ministro o la ministra se le ocurre que la bolsa de comida que la persona reciba por mes tenga harina, fideo y azúcar. La tarjeta permite comprar con libertad dentro de ciertos márgenes, porque, por ejemplo, no se permite el alcohol”, comentó.
También dijo que no se puede exigir una contraprestación a cambio de las transferencias monetarias que brinda el Mides porque eso implicaría “culpabilizar” a los beneficiarios. En ese sentido advirtió que si se abre ese debate hay que preguntar: “¿Por qué la gente está en la situación que está? ¿Tiene la culpa? La contraprestación lo que hace es culpabilizar, yo te doy esto pero entonces me tenés que cumplir en esto y en lo otro”, opinó.
La ministra quizás no ha entendido que el trabajo dignifica al ser humano y desde las redes sociales han aparecido las discrepancias con la idea de la futura ministra con aseveraciones tales que son atendibles:
“Nada debe ser mas humillante para una persona humilde pero con dignidad que limosnearla sin darle la oportunidad de ser util…. para que asi refuerce su autoestima sentir que nadie te regala nada por más poquito que sea lo que tienes es TUYOOO ….LO GANASTEEE….”, replicó un internauta.
Otra escribe: “es lamentable así no se ayuda a salir de la marginalidad, se ayuda a ser seres dependientes de lo que el gobierno les da, no se ayuda a ser personas que tratan de superarse”.
Es lógico que se pida que el Gobierno les ofrezca trabajo, la contraprestación que la ministra Arismendi se niega a pedir ya que ese beneficio se otorga con los impuestos que pagan todos los uruguayos. Está bien ayudar, pero también darles la oportunidad de ser útiles trabajando y poder salir de la marginación.