
La distribución de la cuestionada guía, que se proyectaba imponerla en la educación básica de los escolares, fue frenada por el propio ente de la enseñanza, el Codicen, hasta que se estudie el alcance de sus textos, donde claramente habla de deconstruir el modelo de familia heterosexual a favor de la diversidad. En el capítulo titulado “Actividades propuestas para niñas y niños de 1º a 3º”, se puede leer en la guía: “Objetivo específico: Reflexionar sobre los modelos de masculinidad y femineidad construidos a lo largo de la historia personal de las/os niñas/os para deconstruirlos y desnaturalizarlos”.
En declaraciones al diario El País de Montevideo, monseñor Sturla había opinado sobre la guía y señaló que “Pero en este caso, “se les fue la moto”, como me escribió uno, porque la propuesta clara de deconstruir el modelo de familia heterosexual supone ir más allá de la ideología de género. Y promueve un nuevo tipo de sociedad donde los chicos, desde muy pequeños, no sólo admitan la variedad de orientaciones, sino que también la vean como algo variable que puede ir cambiando, que no tiene por qué ser la misma a lo largo de la vida y que “basta con que des rienda suelta a tu parecer y elección”.
Políticos de distintos sectores salieron en defensa de la libertad de expresión y en las redes sociales calificaron de “fascista” la actitud de algunos colectivos que no quieren que la Iglesia se pronuncie sobre el caso de la guía de la diversidad. Los mismos colectivos y ONGs que en su momento aplaudieron la opinión del arzobispo Sturla, cuando este se declaró en contra de bajar la edad de imputabilidad penal de los menores delincuentes.
El senador electo del izquierdista Partido Independiente, Pablo Mieres, escribió en Twitter: “Totalmente de acuerdo con @DanielSturla no se puede negar a @iglesiauy ni a nadie que opine sobre cualquier tema. Hacerlo es fascismo”.
Por su parte, el presidente del directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Heber, señaló: “Excelente el arzobispo Daniel Sturla “Negarle a la Iglesia el derecho a opinar es Fascismo”.
El diputado nacionalista, José Carlos Cardoso escrió en su cuenta de la red social: “Una cosa es no estar de acuerdo. Está bien. Otra cosa es que se niegue el derecho a la Iglesia de decir lo que piensa. Eso es fascismo”.









