Todo sirve

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Por José Luis Rondán desde Uruguay.- En los tiempos que corren la premisa es abrazar cualquier cosa que nos etiquete como personas libres, despojadas de inhibiciones, despreocupadas, superadas, desenfadadas, sin ataduras; en los tiempos que corren toda aquella persona que se detenga a pensar dos minutos en las premisas que ante ella se exponen, que muestre un mínimo de intención de meditar acerca de una situación planteada y que de una u otra forma incida o pueda incidir en su vida, es llevada por delante, es tildada de retrógrada, de arcaica, de obsoleta y empujada para hacerla a un lado o presionada en sus intenciones de analizar al menos los elementos para que no lo haga. Es más fácil, es popular y está bien visto actuar sin pensar, siguiendo a las masas que festejan, que aplauden, que marchan alegremente en la interminable caravana de atontados acólitos a la causa que sea, no importa cual, lo importante es adherir a algo, que nos vean, que nos identifiquen y que sepan que ahí estuvimos, en la gran marcha de la desestructura con destino vaya uno a saber dónde, pero que estuvimos, y para reforzarlo mostraremos ufanos algún pink, una camiseta con el logo de turno o alguna folletería que recogimos de la vereda y que nadie leerá.
Estuve leyendo una nota colgada por Esteban Valenti en internet acerca de la guía de Educación y Diversidad Sexual, propiciada por el colectivo Ovejas Negras y auspiciada por el MIDES de Uruguay, donde expresa entre otros incontables conceptos a los cuales adhiero firmemente por compartirlos en esencia y preocupación, que esta guía permitirá evidenciar los roles y comportamiento de género asignados y esperados en niños/as y construir colectivamente a través del juego, alternativas a los mismos/mismas.
Reflexionar sobre modelos de masculinidad y femineidad construidos a lo largo de la historia personal de niñas/os para deconstruirlos/as y destructuralizarlos/as.
Posee por objetivo esta magnífica guía, seguramente concebida por algún prohombre/mujer a reflexionar acerca del modelo de familia que los niños/as tienen incorporado a sus emociones, sentimientos, pensamientos.
Promover la deconstrucción del modelo hegemónico de familia y de pareja valorando la riqueza de la diversidad. Deconstrucción de estos modelos en pos de la conciencia en diversidad, etc.
Creo que hombres y mujeres sin importar realmente cual sea su inclinación sexual, han venido ganando espacios propios, legítimos, verdaderos, aceptados a conciencia desde el seno mismo de la sociedad, sin necesidad de caer en locuras e histerias colectivas; espacios que han ido llevando a unos y otros a un esquema de vida mejor, más compartido, asentado en ámbitos de dialogo, de comprensión, de entendimiento, en pie de igualdad y que dicen a ojos vista de los importantes avances en las diferentes esferas de acción. Sabemos que nada fue, es, ni será fácil, que nada fue, es, ni será sencillo, pues los logros sociales se construyen generalmente desde la lucha denodada, férrea, constante y de ahí la dimensión de su valor al poder decir, lo logramos.
Desde la obtención del voto femenino a principios del siglo pasado hasta el uso habitual de una prenda considerada masculina, por parte de éstas, como lo es el pantalón; desde la posibilidad de divorciarse hasta el casamiento igualitario de hoy día o la posibilidad de interrumpir el embarazo no deseado, o de adoptar chicos/as, impensable hace apenas un tiempo, siempre con tesón, con determinación y voluntad los diferentes grupos han ido alcanzando objetivos importantes, trascendentes, invaluables.
Ahora bien, la Guía en cuestión pretende ser un nuevo paso, pero a mi juicio equivocado, ya que al amparo del Estado se pretende incidir en la psiquis de los niños/as obligando a maestros/as a promover en sus aulas la no discriminación a través de juegos especialmente pergeñados a fin de promover la orientación sexual.
Al decir de Valenti en su escrito, con otras palabras pero recogido por mí, llegará un día en que los que debamos tomar las armas de la palabra, de las convicciones y organizarnos para la lucha en pos de las reivindicaciones, seremos los heterosexuales, porque a través de los diferentes métodos se ha comenzado a sistematizar la segregación de aquellos/as que sólo se sienten atraídos por el sexo opuesto, y si han conformado una familia compuesta por papá y mamá, algo raro se urde en ese hogar.
Yo tampoco habré de caer en la estupidez de decir que conozco a una lesbiana o un homosexual, que tengo amigos negros (ahora afros), o cualquier otra cosa, para mí son mis amigos por lo que son como seres humanos, como personas individuales relacionándose conmigo y mi familia y no para que la gente vea que acepto lo diverso, lo diferente, lo distinto, por ello me niego terminantemente a que me empujen a la segregación, que me empujen a la discriminación; son mis iguales y no jodan más, no cabe en mi corazón otro concepto, aunque a cada rato alguien me quiera hacer ver que a mi lado va pasando un diferente.
Me pregunto cuando comenzamos a transitar este peligroso sendero y cuál será el punto donde los amigos me empiecen a juzgar por tener la piel blanca, por vivir con una mujer, por no divorciarme o criar entre los dos a nuestros hijos/as; me pregunto cuándo llegará el día en que para ingresar a un puesto público deba confesar por escrito en la planilla de solicitud de ingreso, que ya he salido del closet o deba comprometerme a hacerlo a la brevedad.
En otro escrito, levantado en esta oportunidad por un importante medio de nuestro país, Beatriz Ramírez, integrante del Instituto Nacional de Mujeres (INMUJERES), expresa que la guía lo que obliga es a que los/las docentes trabajen rigurosamente con quienes educan para combatir expresiones que no dejan de afectar los DD.HH y se enoja con el Obispo Sturla porque asevera que el documento es una guía de uniformidad mental y resalta la hostilidad de la Iglesia hacia esta iniciativa, entonces me pregunto por enésima vez, hasta cuando el Estado se perfilará a favor de proyectos bizarros, poniendo su potencial a disposición de peregrinas iniciativas que nada o casi nada aportarán al acervo del educando y sí obligará a maestros/as a redoblar esfuerzos para sacar adelante chicos enclenques, nada contenidos por sus familias, segregados, minimizados socialmente, los cuales llegan casi a egresar de la escuela primaria apenas sabiendo leer o escribir.
He acá un terreno fértil para la lucha en pos de la igualdad, en pos de la equidad del tipo que sea, he acá la tierra donde sembrar, ya que cuando los chicos, en no pocas escuelas dejen de asistir tan sólo porque hay almuerzo o merienda, podremos comenzar a pensar, ya con el estómago lleno, ya con el cerebro abonado convenientemente por la gramática o la aritmética de la cual hoy adolecen, en como diferenciar, reconocer o aceptar desde la primera edad las diferentes opciones sexuales.