La Unión Europea pidió hoy a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra a pronunciarse sobre una controversia relativa a determinados impuestos discriminatorios brasileños. En opinión de la UE, las medidas fiscales brasileñas dan una ventaja injusta a los productores nacionales y van en contra de las reglas de la OMC. Al tomar el caso a la OMC, la UE tiene como objetivo restablecer la igualdad de condiciones entre las empresas y los productos brasileños y europeos.
Brasil aplica altos impuestos internos en varios sectores, tales como automóviles, tecnologías de la información, y las máquinas utilizadas por la industria y los profesionales. Productos brasileños, a diferencia de los importados, sin embargo se pueden beneficiar de las exenciones o reducciones selectivas. Como resultado, los productos manufacturados en la UE y que se venden en Brasil enfrentan impuestos más altos que los productos brasileños. Por ejemplo, el impuesto sobre los vehículos importados podrá superar dicho recogidos en los coches fabricados en Brasil en un 30% del valor de un coche. En combinación con los derechos de aduana percibidos en la frontera y otros cargos, esto puede equivaler en algunos casos a un impuesto prohibitivo de 80% del valor de importación.
Además, Brasil restringe el comercio por exigir a los fabricantes brasileños de utilizar componentes nacionales como condición para beneficiarse de ventajas fiscales. Esto promueve la sustitución de importaciones mediante la inducción de los productores extranjeros a trasladarse a Brasil y para limitar el abastecimiento exterior. Esto perjudica a los exportadores de productos acabados y sus componentes de la UE.
Por otra parte, las medidas fiscales impugnadas protegen fabricantes brasileños no competitivas de la competencia internacional y limitan la elección de productos de calidad asequibles a disposición de los consumidores brasileños. Por ejemplo, un smartphone cuesta un 50% más en Brasil que en la UE o en la mayoría de los otros países, a pesar de que los fabricantes de productos de TI en Brasil gozan de exenciones de impuestos que van desde 80% a la exención total.
A petición de la UE, las autoridades de la UE y Brasil celebraron consultas a principios de este año para tratar de resolver la disputa, pero fue en vano. Por el contrario, Brasil, posteriormente, tomó nuevas medidas para extender y prolongar algunos de sus regímenes fiscales discriminatorias. Medidas significativas de reducción de impuestos para las mercancías brasileñas de TI y la maquinaria se ampliaron recientemente hasta 2029, mientras que las importaciones siguen siendo plenamente gravada.
Por lo tanto, la UE solicita ahora la OMC para establecer un panel de expertos para pronunciarse sobre el asunto, a fin de lograr una solución justa, permanente y satisfactoria. El objetivo es eliminar los casos de discriminación y de los incentivos fiscales ilegales, sin poner en cuestión la política fiscal de Brasil como tales o su desarrollo de políticas. La UE sigue abierta a un compromiso constructivo con las autoridades brasileñas sobre las cuestiones planteadas en la solicitud de establecimiento. Además, con el fin de permitir nuevos debates sobre la cuestión específica de tratamiento para los bienes producidos en Manaus y otras zonas de libre comercio, la UE los ha excluido del ámbito de aplicación de la acción legal.
Fondo
Brasil es un importante socio comercial de la UE. Desde mediados de 2012, la UE ha disfrutado de un superávit comercial con Brasil, lo que puede estar relacionado con la disminución de los precios mundiales de los productos básicos de exportación de Brasil. Exportaciones de la UE a Brasil alcanzaron su punto máximo en 2013, pero han disminuido recientemente debido a la desaceleración económica en Brasil, el debilitamiento del real, y un recurso cada vez mayor en Brasil a las políticas comerciales restrictivas. El valor de las exportaciones se redujo de € 10,6 mil millones en el segundo trimestre de 2013 a € 9,8 mil millones en el mismo trimestre de 2014. El equipo de transporte, maquinaria y aparatos constituyen el grueso de las exportaciones de la UE a Brasil. Sin embargo, los impuestos discriminatorios y otras barreras socavan las perspectivas comerciales.
La petición de la Unión Europea para el establecimiento de un panel de la OMC será discutido en la reunión del Órgano de Solución de Diferencias de la OMC (OSD) de 18 de noviembre. Si Brasil no está de acuerdo con el establecimiento de un grupo especial en esa reunión, la UE podrá presentar una segunda solicitud en la siguiente reunión del OSD que, de acuerdo con normas de la OMC, Brasil no puede bloquear. En cualquier etapa del procedimiento de solución de controversias, las partes pueden decidir resolver sus diferencias a través de una solución negociada mutuamente satisfactoria.
La solicitud de establecimiento de un grupo especial de la OMC se entiende sin perjuicio del compromiso de la UE para la negociación de un Acuerdo de Asociación con Mercosur, incluyendo Brasil.
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