La ONU pide la liberación de los líderes opositores Leopoldo López y Daniel Ceballos

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Zeid Ra’ad Al Hussein (UN Photo/Jean-Marc Ferré)
Zeid Ra’ad Al Hussein (UN Photo/Jean-Marc Ferré)
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, expresó su grave preocupación por la prolongada detención del líder opositor venezolano Leopoldo López, así como las otras 69 personas que fueron detenidas en el contexto de las protestas públicas que se llevaron a cabo Venezuela durante varios meses a partir de febrero de este año.
“La detención prolongada y arbitraria de opositores políticos y manifestantes en Venezuela está causando cada vez más preocupación internacional”, dijo el Alto Comisionado Zeid. “Sólo está exacerbando las tensiones en el país”, dijo en un comunicado de esa organización mundial.
Según la información recibida por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, más de 3.300 personas, entre ellas menores de edad, fueron detenidos durante breves períodos entre febrero y junio, y más de 150 casos de denuncias de malos tratos, muchos de ellos por tortura, se informó.
El comunicado expresa que los periodistas y los defensores de los derechos humanos también han informado de amenazas, ataques y actos de intimidación.
El mes pasado, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria manifestó su opinión de que la detención de Leopoldo López, así como el del ex alcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos, fue arbitraria.
“Hago un llamado a las autoridades venezolanas a actuar en los dictámenes del Grupo de Trabajo y de inmediato (pongan) en libertad al Sr. López y el Sr. Ceballos, así como todas las personas detenidas por ejercer su legítimo derecho a expresarse y protestar pacíficamente”, dijo Zeid. También instó a las autoridades venezolanas a garantizar que el debido proceso fue seguido durante todos los ensayos, de conformidad con las normas internacionales.
El Alto Comisionado se reunió con la esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori, en Ginebra y discutió la situación de todos los detenidos y sus familiares. Deploró los continuos informes de amenazas e intimidación contra las personas que trabajan para defender los derechos humanos en Venezuela, e instó a que se les permita continuar su trabajo y hablar sin temer por su seguridad. “Mi oficina está extremadamente preocupada por la situación actual, y vamos a seguir vigilando muy de cerca”, agregó.