Preocupa avance del virus chikungunya en América Latina

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Se estima que el virus chikungunya ha infectado ya a unas 6.000 personas, causando 21 casos letales en América Latina. Las cifras son relativamente bajas comparadas con otros virus de origen similar, pero el hecho más preocupante radica en que la población de América Latina no haya desarrollado los anticuerpos que puedan combatir la enfermedad, ya que la infección apareció recientemente, informa ‘El País’ de España.
El periódico publica una entrevista con Fernando Lavadenz, experto en salud del Banco Mundial, que explica las causas del brote del virus en América del Sur y el Caribe, y que repasa el modo en que podría contenerse su propagación.
El experto sostiene que el virus podría propagarse más rápido si se compara con otras infecciones, debido a la extensa migración de la gente y los vuelos frecuentes. Lavadenz estima que los 9 millones de estadounidenses que viajan a las islas del Caribe cada año podrían convertirse en transmisores de la enfermedad sin son picados por mosquitos infectados. El hecho más preocupante, según afirma el especialista, es que en América Latina no hay un historial de anticuerpos para el chikungunya. En otras palabras, que los latinoamericanos no han tenido posibilidad de desarrollar los anticuerpos que podrían resistir al virus.
Según opina Fernando Lavadenz, los países de América Latina deberían mejorar su inteligencia de salud, la investigación, monitoreo y vigilancia epidemiológica. Esto podría ayudar a detectar a pacientes con síntomas de chikungunya de una manera más rápida y bloquear su entorno para que no se produzca un brote epidémico. Argentina, según aclara Lavadenz, es un buen ejemplo del uso de tecnologías de prevención de la propagación del virus. El experto subraya que la parte crucial de la prevención de brotes epidémicos pasa por el suministro de información sobre las enfermedades a los profesionales de la salud.
Informe de RT
La OMS explica sobre el virus chikungunya
La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida al ser humano por mosquitos. Se describió por primera vez durante un brote ocurrido en el sur de Tanzanía en 1952. Se trata de un virus ARN del género alfavirus, familia Togaviridae. “Chikungunya” es una voz del idioma Kimakonde que significa “doblarse”, en alusión al aspecto encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares.
Signos y síntomas
La fiebre chikungunya se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, generalmente acompañada de dolores articulares. Otros signos y síntomas frecuentes son: dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Los dolores articulares suelen ser muy debilitantes, pero generalmente desaparecen en pocos días.
La mayoría de los pacientes se recuperan completamente, pero en algunos casos los dolores articulares pueden durar varios meses, o incluso años. Se han descrito casos ocasionales con complicaciones oculares, neurológicas y cardiacas, y también con molestias gastrointestinales.
Las complicaciones graves no son frecuentes, pero en personas mayores la enfermedad puede contribuir a la muerte. A menudo los pacientes solo tienen síntomas leves y la infección puede pasar inadvertida o diagnosticarse erróneamente como dengue en zonas donde este es frecuente.
Transmisión
La fiebre chikungunya se ha detectado en casi 40 países de Asia, África, Europa y las Américas.
El virus se transmite de una persona a otras por la picadura de mosquitos hembra infectados. Generalmente los mosquitos implicados son Aedes aegypti y Aedes albopictus dos especies que también pueden transmitir otros virus, entre ellos el del dengue. Estos mosquitos suelen picar durante todo el periodo diurno, aunque su actividad puede ser máxima al principio de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero Ae. aegypti también puede hacerlo en ambientes interiores.
La enfermedad suele aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre 2 y 12 días.
Diagnóstico
Para establecer el diagnóstico se pueden utilizar varios métodos. Las pruebas serológicas, como la inmunoadsorción enzimática (ELISA), pueden confirmar la presencia de anticuerpos IgM e IgG contra el virus chikungunya. Las mayores concentraciones de IgM se registran entre 3 y 5 semanas después de la aparición de la enfermedad, y persisten unos 2 meses.
Las muestras recogidas durante la primera semana tras la aparición de los síntomas deben analizarse con métodos serológicos y virológicos (RT-PCR). El virus puede aislarse en la sangre en los primeros días de la infección. Existen diversos métodos de reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT–PCR), pero su sensibilidad es variable. Algunos son idóneos para el diagnóstico clínico.
Los productos de RT–PCR de las muestras clínicas también pueden utilizarse en la genotipificación del virus, permitiendo comparar muestras de virus de diferentes procedencias geográficas.
Tratamiento
No existe ningún antivírico específico para tratar la fiebre chikungunya. El tratamiento consiste principalmente en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor articular, con antipiréticos, analgésicos óptimos y líquidos. No hay comercializada ninguna vacuna contra el virus chikungunya.
Prevención y control
La proximidad de las viviendas a los lugares de cría de los mosquitos vectores es un importante factor de riesgo tanto para la fiebre chikungunya como para otras enfermedades transmitidas por las especies en cuestión. La prevención y el control se basan en gran medida en la reducción del número de depósitos de agua naturales y artificiales que puedan servir de criadero de los mosquitos.