Julián Pavón director del Centro de Estudios de Posgrado de Administración de Empresas (CEPADE) y de Industriales Escuela de Negocios (IEN), de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), nos aporta reflexiones acerca de China y su rol en la economía y sociedad mundial, explicando cómo el país asiático se posiciona en el mundo económico de forma discreta y sin generar un mayor revuelo. Se asegura que el modelo de penetración y expansión comercial y económica utilizado por la potencia asiática responde a una estrategia que Julián Pavón denomina PARASITO que significa PA: Pacífico, RA: Rápido, SI: Silencioso , TO: Total inflexible.
Bajo este prisma el catedrático de Economía y autor de la obra: China ¿Dragón o parásito? ¿Quién se ha llevado mi empleo?, destaca la importancia y trascendencia de las economía de este país en el futuro mundial, además de las directrices éticas y morales que mueven este modelo económico que combina el comunismo interno con el mercado expansivo, el cual, según Pavón, ha llegado para quedarse.
En este sentido el académico sitúa el año 1989 como clave para este cambio de escenario económico y estratégico a nivel global, ya que considera, que una serie de hechos acontecidos en el planeta propiciaron el contexto para el despegue definitivo del actual panorama económico en el mundo; el que tiene como principal actor a China.
Asegura que la teoría del “Fin de la Historia y el último hombre” propuesta por Francis Fukuyama donde se anticipa el nuevo contexto de predominio ideológico liberal tras la los procesos de desmoronamiento de los regímenes de Europa Oriental y la Perestroika impulsada por Mijaíl Gorbachov, no están del todo acertadas. Asimismo el eventual “choque de civilizaciones” entre occidente y los islamistas, propuesta por Samuel Huntington, no es tal, ya que China es quien disputa el escenario económico con los EE.UU dado que el gigante asiático es capaz de comprar al mundo con su enorme cantidad de reservas de divisas.
Asimismo otro hecho que marca este escenario global son las protestas estudiantiles de la Plaza de Tian’anmen en 1989, también conocida como la masacre de Tian’anmen, cuando la noche del 3 de junio los tanques entraron en Pekín disparando contra las multitudes que se interponían en su camino. Esto dejo constancia – a juicio de Pavón- que China es capaz de actuar sobre su población sin que occidente interviniese ante ningún acontecimiento de violación a los derechos humanos, situación que fue garante del accionar de las cúpulas del país asiático en torno a su política interna.
Esta situación fue ratificada en noviembre de 2001 cuando China ingresó a la Organización Mundial de Comercio (OMC) iniciando así una nueva etapa en las relaciones comerciales internacionales, ya que cuenta con la certeza de que no existirá reacción por parte de occidente ante eventuales hechos como los sucedidos en la Plaza de Tian’anmen en 1989 y por ende se libra de cualquier bloqueo o acción comercial por parte del órgano mundial.
De la misma forma – asegura- que estos cambios de era tienen que estar acompañados por una revolución tecnológica la que fue impulsada por la World Wide Web (WWW) o Red informática mundial, la que desarrolló en marzo de 1989 y pone en valor económico toda la revolución que genera internet.
Por otra parte Pavón reflexiona acerca de la inminente nueva era global donde las relaciones geopolíticas están vinculadas al cambio, por lo que existe un modelo alternativo a la democracia occidental que es el modelo chino, en la actualidad esta nueva era estará marcada por la geopolítica que agrupa a grandes unidades de población y extensión territorial como el caso de los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica).
Ante esto aconseja la necesidad de que Europa se configure como unidad en el territorio y en sus habitantes, sobretodo en la unión política, de forma que el bloque pueda influir en el contexto global.
En este sentido Julián Pavón critica el modelo económico que tiene el país asiático con España asegurando que las divisas se van a China, en este plano, se crean empresas chinas que producen mercancías manufacturadas en China las que se venden en tiendas chinas donde sólo se contratan trabajadores chinos. De esta forma el país asiático no solo tiene la mayor fábrica del mundo, sino que sustenta su propio banco, ya que el dinero y divisas propias de las transacciones comerciales se ingresan en entidades financieras de capitales chinos y no en los países donde comercializan o realizan las inversiones.
Este argumento es uno de los pilares en que Pavón sustenta su idea de que China ocupa un modelo económico de expansión que es PARASITO, PA: Pacifico, RA: Rápido, SI: Silencioso, TO: Total inflexible, representando los cuatro cimientos que dirigen la gestión empresarial del país.
Destaca que la mentalidad y estrategia utilizada es inminentemente pacífica y rapidísima ya que en poco más de 30 años el país se ha convertido en una potencia económica mundial, con proyecciones reales de desplazar a Estados Unidos como principal economía del planeta, por lo que lograrán la hegemonía mundial de una forma pacífica y sustentado en un carácter silencioso y discreto.
Pavón argumenta que en el “el Arte de la guerra” libro sobre tácticas y estrategias militares, escrito por Sun Tzu, un famoso estratega militar chino se señala que se debe ir tomando posesión frente al enemigo sin que este se dé cuenta, es ganar las batallas sin combatir, por lo que China en la actualidad no reivindicará su hegemonía y liderazgo mundial debido a su estrategia silenciosa y de discreción.
Por otra parte uno de los grandes problemas que tiene el régimen chino es que está sufriendo un proceso de deslegitimación ideológica, ya que la base del comunismo es igualitarista, por lo que la concepción de la vida en torno a esto es clave, esta idea es resquebrajada por la idea Deng Xiaopin máximo líder de la República Popular China desde 1978 hasta los últimos años de su vida, quien dijo que hacerse rico es glorioso, sin importar los medios.
La ética marxista es muy estricta, afirma Pavón. China en la actualidad es un país muy desigual ya que se ha destruido la ética marxista en esencia; sus valores de solidaridad, altruismo, igualitarismo, generosidad han sido sustituidos por la ética del que más dinero tiene más vale, por ende no puede sobrevivir a largo plazo. Ante esto China tiene que recuperar a Confucio para reencarnar el rearme ético del país -en un sentido utilitarista- de que realmente es necesario que la sociedad tenga un fundamento ético para que sobreviva.
Julian Pavón director del CEPADE y de Industriales Escuela de Negocios de la UPM de Madrid expuso el pasado mes mayo en el Centro de Innovación de BBVA en Madrid, el taller de Know Square sobre la existencia de cuatro tipo de parásitos, PA: Pacifico, RA: Rápido, SI: Silencioso , TO: Total inflexible, como los cuatro tipos que dirigen la gestión empresarial del país asiático.