En recuerdo de Wilson Ferreira Aldunate

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El regreso de Wilson en 1984 (Foto: archivo ICNdiario)
Wilson en su llegada a Uruguay desde el exilio, con el autor de este artículo (Foto: archivo ICNdiario)
El 15 de marzo de 1988 nos dejaba Wilson Ferreira Aldunate, uno de los más grandes caudillos del Partido Nacional de Uruguay, que no vaciló en enfrentarse a la dictadura militar que asoló a su patria y que por eso debió marchar al exilio en 1973 y terminar preso en las cárceles de los dictadores.
Como senador de la República pronunció el famoso discurso, antes de que los militares golpistas disolvieran la cámaras el 27 de junio de 1973, finalizando con la histórica frase dirigida a los dictadores: Me perdonarán que yo, antes de retirarme de sala, arroje al rostro de los autores de este atentado el nombre de su más radical e irreconciliable enemigo, que será, no tengan la menor duda, el vengador de la República: ¡Viva el Partido Nacional!

Pero los usurpadores del poder no lograron acallar su voz; pronunció discursos denunciando lo que ocurría en Uruguay ante las cortes españolas y ante el senado norteamericano, donde logró que suspendieran la asistencia militar a la dictadura uruguaya.
Con enorme valentía y responsabilidad para con su pueblo, regresó al país el 16 de junio de 1984, en el histórico vapor de la carrera “Ciudad de Mar del Plata II”, sabiendo que los militares le aguardaban para ponerle preso e impedirle ser candidato a la presidencia de la República.
Quienes vivimos ese viaje de regreso a la patria junto a Wilson y en mi caso particular, por estar a cargo de esa travesía en el buque desde Buenos Aires a Montevideo, jamás podremos olvidar el ejemplo que nos dio a cada uno con su firmeza frente a lo que iba a ocurrir al llegar al puerto de Uruguay.
Su enorme lucha es el gran orgullo, no solo de su Partido Nacional, sino del país entero, que sin banderías políticas se volcó a las calles celebrando su regreso aquel sábado de junio de 1984.
Luego vino el pacto del Club Naval donde el Partido Colorado y el izquierdista Frente Amplio, negociaron con los militares las elecciones. Pacto en el que el Partido Nacional no intervino por tener a su líder, Wilson Ferreira Aldunate, preso por decisión de la dictadura.
Le impidieron ser candidato a la presidencia de Uruguay, ya que cinco días después de las elecciones nacionales fue liberado por los militares.
En el discurso de la explanada municipal en la madrugada del 2 de diciembre de 1984, pocas horas depués de la liberación, Wilson con su enorme gallardía expresó:
Este es el reencuentro con mi pueblo. Llego hoy, hoy al Uruguay, porque hace cinco meses y medio lo que pude ver de mi patria salvo algunos uruguayos que lejos y en las azoteas agitaban banderas y no sólo de mi partido, fueron “containers” apilados para impedir que la gente accediera a ver la flota del Estado desplegada para recibir a una familia.
Y luego de cinco meses y medio de un enclaustramiento solitario bajo regla de silencio, casi me he olvidado de hablar. Voy a tratar de reaprender hoy dirigiéndome a ustedes.
No crean que voy a hacer referencia alguna a estos cinco meses y medio que he pasado en una prisión de la dictadura.

Luego señaló: Yo dirigente principal de un gran partido, conocido por todos los orientales, proclamado candidato a Presidente de la República, he tenido que aguantarme un mamarracho de proceso en el cual los jueces estaban de acuerdo en una sola cosa: lo único que sabían todos por unanimidad es que yo era inocente.
Pero empecé a ser juzgado por fiscales-coroneles y por jueces-teniente coroneles, y bueno… en la Suprema Corte de Justicia comencé a ser juzgado por jueces-generales y jueces-brigadieres y por algunos jueces civiles que respondían a sus mandantes.
Y pensaba: si a mí me pasa esto ¿qué podrá pasarle a Juan Pérez o a Pedrito Domínguez, obrero de la construcción, de quien nadie nunca oyó hablar, que no se sabe por qué anda preso, porque ni siquiera sus carceleros saben bien las causas por las que fue encarcelado?

Wilson salía de la cárcel y en ese momento volvía a demostrar su inigualable grandeza al referirse al nuevo gobierno del Partido Colorado:
Y quiero decir aquí muy claramente: mi partido no le va a crear problemas al partido, al gobierno del Dr. Sanguinetti por el solo prurito de creárselos.
Hay una frase que normalmente se utiliza y que dice: estaremos dispuestos a votar al nuevo gobierno todas aquellas iniciativas con las cuales estamos de acuerdo. Esto no es decir nada. Naturalmente que todo partido, en principio, vota aquellas cosas con las cuales está de acuerdo. Yo daría un paso más: nosotros estamos dispuestos a votarle en el parlamento al gobierno que presidirá el Dr. Sanguinetti todo aquello en que coincidamos y todo aquello a condición de que no comprometa principios esenciales y todo en lo que, aunque no coincidamos, resulte indispensable para proporcionarle al nuevo gobierno la posibilidad de moverse, de gobernar.

Podríamos llenar libros con las actitudes de un grande como Wilson, que hoy a tantos años de su desaparición física, seguimos, imperiosamente, necesitándole.