La verdad es que al igual que en la película Los pájaros (The Birds), filme estadounidense de 1963 dirigido por el gran Alfred Hitchcock, el presidente Nicolás Maduro también tiene sus pajarracos que le persiguen al igual que a los protagonistas de esta producción de cine de suspenso.
Primero fue la emotiva- hasta las lágrimas (de cocodrilo)- aparición del “pajarito chiquitico” que en un momento de recogimiento espiritual se le presentó a Nicolás y que él interpretó era Chávez encarnado en el ave.
Contaba Maduro, que en la soledad de una capilla de la localidad de Barinas, apareció un “pajarito chiquitico”, que sobrevoló varias veces su cabeza y que le silbó y que él como respuesta también emitió un silbido y ante esto, según la interpretación de Maduro, el pajarito era Chávez que estaba allí para bendecirle en el comienzo de la campaña electoral.
“Yo sentí el espíritu de mi comandante Chávez echándome la bendición y protegiéndome para esta batalla”
Ante las burlas que surgieron de todos los ámbitos, el candidato chavista se defendió y volvió a contar la historia, pero esta vez atacando a sus detractarores: “El pajarito se sorprendió, volvió a silbar, empezó a volar, me dió una vuelta y se fue. Yo tengo derecho a sentir lo que sentí, burgueses, inhumanos, irrespetuosos, antipatria. Yo sentí el espíritu de mi comandante Chávez echándome la bendición y protegiéndome para esta batalla que estoy dando, para esta batalla que va a culminar el 14 con la gran victoria del pueblo venezolano”, dijo emocionado.
Pero como si esto fuera poco, el pajarito, símbolo de Twitter, también se le aparece, pero esta vez en el espiritu de miles de venezolanos que protestan a través de esa red social.
Maduro que sabe interpretar los mensajes, tal vez le pidió al pajarito de Chávez que interviniera para detener al ave tuitera e inexplicablemente las imágenes de la manifestación de Caracas del del 12 de febrero que intentaban subir a la red los ciudadanos venezolanos, fueron bloqueadas, según se denuncia, desde el gobierno.
Según una explicación que se da en el portal web de Marketing Directo, sobre el pajarito de Twitter, se señala que “un ave en vuelo es la máxima representación de la posibilidad de libertad, de esperanza y de vida sin límites”.
En definitiva, queda claro que el hombre que hablaba con los pájaros, no tiene diálogo con el de Twitter.
Paco Tilla
Opinión
