Bachelet vuelve…¿ahora cumplirá lo que dejó pendiente?

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462063Cuando se habla de la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, surgen algunas contradicciones que merecerían algún tipo de aclaración.
En una crónica de las últimas horas se menciona que resulta insólito su regreso al poder en “un país tan conservador” como Chile y eso es un error, puede haberlo sido pero antes del triunfo de Sebastián Piñera en 2009 con el 51,6 % de los votos, se convirtió en el primer centroderechista desde 1958 que logra ser elegido presidente de Chile, cargo que asumió el 11 de marzo de 2010, rompiendo así una sucesión de veinte años de gobiernos concertacionistas no conservadores.
Luego se dice de la personalidad de Bachelet que la encumbró a la presidencia desde su labor como ministra de Salud del gobierno de Ricardo Lagos en 2000 le pidió una tarea muy difícil; terminar con las largas listas de espera hospitalarias en tres meses. No lo logró, según se reconoce en los medios de prensa. Luego ocupó la cartera de Defensa.
Al dejar la presidencia de Chile el 11 de marzo de 2010, Bachelet tenía un 80% de popularidad, según las encuestas, a pesar de su criticado papel en las tareas de emergencia del terremoto de 8,8 grados Richter que el 27 de febrero de 2010 sacudió el país. Se le acusó de mentir y de no actuar con celeridad y lamentablemente quedó un saldo de más de 500 muertos.
No se quedó en Chile a encabezar la oposición, tras su mandato se fue a Nueva York, donde ejerció como directora ejecutiva de ONU Mujeres hasta marzo de 2013, mes en que anunció su renuncia por «razones personales», en realidad políticas, digamos las cosas claras. Regresó a Chile el 27 de marzo. La encuesta realizada por el CEP (Centro de Estudios Públicos) a finales de 2012 había revelado que, pese al exilio neoyorquino en el que se encontraba Bachelet, un 54% de sus compatriotas estaba dispuesto a votarla si se volvía a presentar a las urnas. Y lo hizo.
En medios de prensa se dijo que Bachelet promete que va a impulsar varias reformas, incluyendo un aumento de los impuestos para financiar mejoras en la educación pública, cambios en la Constitución heredada de la dictadura y la legalización del aborto para algunos casos. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta cómo lo hará ahora ya que tuvo la oportunidad de hacerlo en su anterior gobierno y no lo hizo. Su encarnizado enfrentamiento con los mapuches es otro tema que debe saldar ante la sociedad.
Esperemos que está vez, ya con más experiencia, la sexagenaria mandataria, le cumpla las promesas a los chilenos.