La iniciativa es para conversar sobre la reglamentación de la Ley 69, que autoriza la contratación de especialistas extranjeros para trabajar en el interior del país. La mediación de la Iglesia Católica es para lograr la reanudación de los servicios médicos a la población en todos los hospitales públicos del país y que provocó la huelga de los profesionales de la salud de Panamá.
La participación del Arzobispo José Domingo Ulloa como mediador también fue solicitada por la oposición.
El gobierno panameño expresó en un comunicado emitido este lunes, que: La Ley 69 busca agilizar un trámite que permitirá atender la urgente necesidad de nombrar los especialistas que se requieren los pacientes del interior de la República, indicó el Mandatario.
Es una ley para ayudar al pueblo, no para perjudicar a los profesionales panameños. Por ello, como Gobierno nunca hemos cerrado la puerta al diálogo. En la Asamblea, antes de que la ley fuera aprobada, el Ministro de Salud mantuvo siempre comunicación con los gremios de la salud para incorporar sus observaciones al proyecto; muestra de ello, es que 11 de sus 14 observaciones fueron incorporadas en el proyecto, aseguró el Presidente.
Otra muestra de nuestra disposición a solucionar el conflicto a través del diálogo, es que una vez aprobada y sancionada la Ley 69, nos hemos mantenido en espera de los aportes que puedan hacerle a la reglamentación, agregó el Mandatario.
Los médicos especialista extranjeros sólo se contratarán sino existen panameños para llenar una plaza en el interior. En la Ley eso está claro y así se lo ratifiqué personalmente al doctor Castañeda cuando conversamos la semana pasada; agregándole también que he escuchado las observaciones hechas luego de la sanción y que éstas se pueden incorporar perfectamente en la reglamentación.
Aunque he sido informado que la mayoría de los médicos y profesionales está laborando, le pido a los que aún se mantienen en paro que no continúen afectando la salud del pueblo. Hemos dado un paso de buena voluntad al no aprobar una reglamentación hasta que tengan un diálogo con las autoridades de salud; les toca a ellos hacer lo propio, abandonando las acciones de fuerza y aceptando la mediación de la Iglesia, concluyó el Presidente Ricardo Martinelli.
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