La vida es sagrada

Otra vez el colectivo Femen en busca de los 15 minutos de fama que entiende que mostrando los pechos reivindican los derechos de la mujer, sin entender que ese exhibicionismo del cuerpo femenino la degrada.
Este miércoles irrumpieron en el Congreso de los Diputados de España al grito de “El aborto es sagrado”. Fueron desalojadas.
Así no se defiende una posición como tampoco diciendo “nosotras parimos, nosotras decidimos” con respecto al aborto. Algo incongruente si se piensa que la decisión es de dos, porque embarazadas no quedaron solas y el hombre tiene el mismo derecho a opinar sobre la interrupción o no de un embarazo.
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ya lo dijo anteriormente en un ejercicio de feminismo mal entendido: “Las mujeres españolas ya no le consultamos ni al cura, ni al médico, ni a nuestro padre, ni siquiera a nuestro marido. Hemos decidido que decidimos nosotras”.
Según la vicesecretaria general del PSOE, el hombre no tiene participación y no tiene derecho a opinar en el caso de decidirse una interrupción del embarazo. Toda una teoría de liberación mal entendida.
En el mundo sin hombres de Valenciano, ya no habrán más consultas ni decisiones compartidas. Me queda la duda donde coloca el amor.
Las activistas de Femen terminan dando un espectáculo de exhibicionismo barato, ya que el cerebro no les da más que para defender la muerte, ofendiendo y degradando los derechos de las mujeres que dicen defender.
Un española y dos extranjeras fueron quienes alteraron la sesión en el Congreso. Indudablemente que las dos foráneas no tenían idea de los gritos que profirieron en español ya que les debieron haber indicado lo que tenían que decir y lo aprendieron por fonética: “abortou es sagradou”, repetían como loros las dos feministas.
Se ve que el colectivo no tenía demasiadas adeptas en España para acompañar la protesta.