Hoy tuvimos, junto con nuestro equipo y algunos de los muchachos de la juventud, la experiencia de conocer la imponente propuesta educativa que significa el liceo en cuestión. Un centro educativo donde no sólo se informa a los jóvenes, sino que se los forma en lo más amplio del significado de la palabra.
Nos recibieron con mucha calidez y cariño. Ricardo nos contó sobre la enorme red de padrinos y madrinas voluntarias con las que cuenta el Liceo, y también sobre las variadas complicaciones que enfrentan a diario. El esfuerzo, la dedicación, el sacrificio y, sobre todo, la inmensa vocación de servicio, son las fuerzas que permiten que este gran emprendimiento continúe andando.
El Director nos confesó que en lo más íntimo de su ser alentaba la esperanza de que dentro de 15 o 20 años, ese mismo centro continuara trabajando para darle esperanzas y valores a los muchachos, siendo dirigido por un exalumno recibido ya de profesional.
Acompañamos esa esperanza, y creemos que es a lo que se dirige sin lugar a dudas este excelente centro educativo que es indudable garantía de que cuando se trabaja desde el corazón, y los corporativismos son dejados de lado, el rendimiento del alumno mejora sustancialmente.
En los momentos en que el sistema educativo nacional falla sistemáticamente, hay gente que sigue poniendo todo de sí por recuperarlo. Nosotros nos comprometemos, como hicimos siempre, a dar la más ardua de las batallas por la más importante de las políticas sociales que un Estado puede tener: LA EDUCACIÓN.
Opinión
