
Según el comunicado, “La presidenta Dilma Rousseff recibió ayer, una llamada telefónica del presidente Barack Obama, continuando la reunión celebrada en San Petersburgo en el marco del G-20, y los contactos entre el ministro Luiz Alberto Figueiredo Machado y la asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice”.
El documento expresa que: “El Gobierno de Brasil entiende la importancia y la diversidad de la relación bilateral basada en el respeto y la confianza mutua. Hemos trabajado juntos para promover el crecimiento económico y la creación de empleo de crianza y renta. Nuestras relaciones incluyen la cooperación en áreas tan diversas como la ciencia y la tecnología, la educación, la energía, el comercio y las finanzas, la participación de los gobiernos, las empresas y los ciudadanos de ambos países.
Prácticas de interceptación ilegal de las comunicaciones, de datos de los ciudadanos, las empresas y los miembros del gobierno brasileño son de hecho una amenaza seria a la soberanía nacional y los derechos individuales, y es incompatible con la convivencia democrática entre los países amigos.
Dada la proximidad de la visita de Estado prevista para Washington – y ante la falta de una investigación oportuna de los hechos, con las explicaciones correspondientes y el compromiso de cese de la actividad de interceptación – no están dadas las condiciones para la realización de la visita en la fecha previamente acordada.
Así, los dos presidentes decidieron posponer la visita de Estado, ya que los resultados de esta visita no debe estar condicionada a un tema cuya solución satisfactoria para Brasil aún no se ha alcanzado.
El gobierno brasileño está convencido de que una vez resuelta la cuestión correctamente, la visita de Estado tiene lugar tan pronto como sea posible, impulsar la construcción de nuestra asociación estratégica a niveles aún más altos”, termina diciendo el comunicado









