
“El Papa Francisco, que viajaba con la ventana abierta del coche, estaba en una situación vulnerable, y pudo ser víctima de un ataque no sólo a la distancia o lesionarse por el impulso de más de un fiel imprudente que trataba de tocarlo”, dijo al diario O’Globo, el teniente coronel de la PM de Río, Milton Corrêa da Costa.
Los expertos concuerdan que el Sumo Pontifice fue vulnerable en más de una oportunidad, ya que la seguridad no fue eficaz. Principalmente en el momento en que se produjo un atasco donde los fieles se avalanzaron sobre el vehículo.
Se critica también que el atasco en la Avenida Presidente Vargas de Río pudo haberse evitado ya que el Centro de Operaciones tiene cámaras de todo el centro de la ciudad y debería haber advertido a cambiar la ruta del Papa.
Otros expertos señalaron que la seguridad estuvo mal planificada y agregan que se necesita una planificación mayor, ya que el Papa suele romper el protocolo.









