El PSOE premia a Zapatero por la ley del matrimonio igualitario

El Secretario General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha subrayado este domingo que con la entrega del primer premio Carmen Cedeira a José Luis Rodríguez Zapatero, en reconocimiento a toda su trayectoria y, en particular, a su apuesta por los matrimonios igualitarios, el PSOE está celebrando “un ejercicio de decencia colectiva”.
Durante su intervención en Ferraz en el acto de entrega de este galardón, Rubalcaba aseguró que la Ley de matrimonios entre personas del mismo sexo es fruto de la “valentía política” de Zapatero y del “compromiso” de gente como la Senadora y Delegada del Gobierno socialista, Carmen Cerdeira, que da nombre a estos Premios. “Es una ley que ha permitido la felicidad de muchas personas, pero nos ha hecho más dignos a millones de españoles, al conjunto de la sociedad. Por eso, hoy vamos de lo que debemos ir, de sentir orgullo”, dijo.
“Hoy recordamos -añadió- el impulso que un presidente del Gobierno socialista y que una Senadora y delegada del Gobierno socialista dieron hacia la tolerancia, poniendo voz política a millones de personas que decidieron no tolerar la intolerancia, que empezaron de la nada, a veces siendo ninguneadas, perseguidas e insultadas y que, al final, han conseguido hacernos a todos mas dignos, mas decentes”.
Zapatero afirma que dar este premio a quienes luchan por la igualdad es “un acto justo, acertado, inteligente y sensible”
Zapatero al recibir el galardón, aseguró que instaurar un premio Carmen Cerdeira, que se otorgará a las personas e instituciones que se hayan distinguido por defender los derechos civiles y la igualdad de trato y no discriminación, es “un acto justo, acertado, inteligente y sensible” y “que en esta primera ocasión me lo hayáis concedido es un acto de generosidad que agradezco profundamente”, dijo.
Durante su intervención, el expresidente reveló que cuando en 2005 su Gobierno aprobó la Ley de matrimonios igualitarios “es la ocasión en la que me he sentido más intensamente emocionado en la tribuna del Parlamento, en la que he sentido que en más ocasiones de las que parece las palabras en el Parlamento tienen un altísimo valor, pueden convertir a las personas infelices en felices, pueden otorgar derechos a quienes no los tenían y pueden marcar la frontera de una sociedad más digna”. “Pienso en la grandeza que puede tener la política, en la fuerza de los cambios y en la inutilidad de los prejuicios”, aseveró.