La violencia en Venezuela

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El portal oficial de la Asamblea Nacional de Venezuela se parece más a una web partidaria que a una página donde debe reflejarse la actividad parlamentaria.
Con una marcada intolerancia a las opiniones contrarias, allí solo hablan los legisladores oficialistas para atacar a la oposición y tratar de hacer creer que la violencia generada en la sala de sesiones proviene de parte de los diputados opositores, cuando las imágenes emitidas por televisión mostraron justamente lo contrario.
Diosdado Cabello ha empleado acciones de un regimen totalitario exigiendo que los parlamentarios contrarios al gobierno, deban reconocer a viva voz a Nicolás Maduro como presidente legítimo de Venezuela. Si no lo hacen tendrán prohibido hablar en la Asamblea Nacional (AN).
“Mientras en esta AN no sea reconocidas las autoridades e instituciones de la República, su voluntad soberana, los señores diputados de la oposición tendrán que ir a declarar a Globovisión, El Universal o El Nacional, pero aquí no”, aseveró la máxima autoridad del Poder Legislativo.
Para acosar aún más a los parlamentarios rivales, se les ha quitado los micrófonos de sus bancas de diputados que obtuvieron democráticamente con el voto de la ciudadanía.
Golpearon hasta una mujer diputada
La Mesa de Unidad (MUD) denuncia que en la última sesión parlamentaria en la que nuevamente se les negaba el derecho de palabra a los diputados opositores, cuyos micrófonos en esta oportunidad fueron extraídos de sus curules, un grupo de parlamentarios oficialistas y personas armadas ajenas al parlamento arremetieron a puñetazos contra el jefe de la bancada de Primero Justicia, el diputado Julio Borges, ocasionándole serias lesiones en el rostro. De igual manera, la diputada independiente María Corina Machado fue golpeada y lanzada al piso donde recibió patadas de sus agresores. Lo mismo ocurriría con los diputados Américo de Grazia, Ismael García, Dinorah Figuera, Nora Bracho, Eduardo Gómez Sígala, Abelardo Díaz, Homero Ruíz, Luis Barragán.
Allí están las imágenes emitidas por la televisión donde se ve claramente lo que ocurrió en el hemiclo de la Asamblea Nacional.
Si esto hubiera ocurrido en otro país de la región que no comulgara con la ideología del Mercosur y la Unasur, estas asociaciones ya estarían hablando de golpe parlamentario como hicieron con Paraguay y pidiendo la suspensión del país infractor, pero como es Venezuela, no actúan para detener el conflicto.
La respuesta de Nicolás Maduro diciendo que no tolera la violencia y que Diosdado Cabello se ocupará de pacificar la Asamblea Nacional, no contempla que es justamente Cabello quien con su antidemocrática decisión prohibiendo que los diputados opositores hablen, es quien fomenta los enfrentamientos. Es como poner al zorro a cuidar el gallinero.
¿No hay nadie dentro del gobierno venezolano con algo de sensatez que les haga notar que con estas actitudes totalitarias solo recibirán la reprobación del mundo civilizado?