
En la celebración del 42 aniversario de la primera presentación pública del Frente Amplio exhibió dos características de su retórica: división hacia afuera para lograr adhesión y cohesión interna; y la tergiversación de hechos históricos sin ningún tipo de prurito.
Expresó que “cuando el país estuvo hundido, esta fuerza que estaba en la oposición le dio gobernabilidad al gobierno de turno”.
¿Habrá olvidado Vázquez que el Frente no votó ni la reprogramación de depósitos ni el canje voluntario de la deuda en aquellos dramáticos 2002 y 2003? ¿Habrá olvidado Vázquez que él mismo, en radio El Espectador, pidió el default?
¿Se habrá olvidado que pretendía la salida al modo de los organismos internacionales y que fueron el gobierno colorado y el Partido Nacional, que estaba en la Oposición, quienes se resistieron a esa receta foránea que él recomendaba?
Es voluntad manifiesta de Vázquez tergiversar los hechos, como lo es su manía de dividir a los uruguayos en frentistas buenos por un lado y opositores malos por otro.
¿Somos los de la Oposición los que no damos gobernabilidad? La respuesta, claramente es no. Aún con mayorías parlamentarias hemos brindado propuestas y hasta celebramos acuerdos, que luego, para desgracia del país, fueron dinamitados por el propio gobierno.
Si a este gobierno le falta gobernabilidad es porque se erosionan desde adentro, con equipos económicos paralelos, con internismos brutales y feroces.Que Vázquez no busque disimular los odios internos que existen en el Frente Amplio con una suerte de política del tero, poniendo los huevos en un lado y gritando en otro.
Si Vázquez pretende ser constructivo democráticamente debería repensar su retórica, dejar de apuntar al maniqueísmo y divisionismo entre los orientales.
Si quiere ser constructivo para la República debería pronunciarse sobre el mayor escándalo de su gobierno como lo ha sido PLUNA, donde se han perdido centenas de millones de dólares y que no ha merecido ni una palabra del ex Presidente.
Pero también Vázquez habló del artiguismo. Buena cosa es que lo tenga presente. Buena cosa sería que recordara que para Artigas lo que salvaguardaba frente a la veleidad de los hombres era “las seguridades del contrato”, de la Constitución. Esa que es socavada recurrentemente por el gobierno. Y bueno sería que comprendiera que el artiguismo supone que lo jurídico esté sobre lo político, no al revés, como parece ser la consigna del gobierno del Frente Amplio.
Finalmente le debo señalar al Dr. Vázquez que si desea repasar “inútiles” podría repasar la gestión del gobierno.
Porque inútiles son los que con un presupuesto de 14.000 millones de dólares hacen un impuesto inconstitucional para recaudar 60.
Inútiles son los que no son capaces de reparar liceos y escuelas para que estén listas en marzo de cada año.
Inútiles son los que permiten que se pierdan vidas en Salud Pública por un sistema que no funciona.
Inútiles son los que no protegen a los uruguayos honestos y nos exponen a la delincuencia.
Inútiles son los que teniendo presupuesto no han sido capaces de construir aún un centro de reclusión para los menores.
Inútiles son los que prometieron la madre de todas las reformas y lo único que han desatado es amiguismo y clientelismo.
Inútiles son los que erosionan nuestra política exterior y los que recurren a pedir ayuda militar a una potencia extranjera.
Debería reflexionar el Dr. Vázquez y serenar sus soberbios apetitos de poder para no repetir falacias y continuar promoviendo el divisionismo de los uruguayos. La unidad de una fuerza política no puede concretarse desde el estímulo de la desunión nacional.
Jorge Larrañaga
Web de Alianza Nacional












