
Ante un mar de gente allí y en las calles adyacentes, Francisco desde la ventana de su estudio ha presidido este mediodía el primer Ángelus de su Pontificado. El obispo de Roma abrazó, como un pastor humilde y de gran corazón, igual como hizo el día de su elección desde balcón central de la basílica, a toda su gente, a todas sus ovejas: al pueblo de Dios, según ha relatado Radio Vaticana.
“Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón”
Y Francisco volvió a asombrar a todos; de los cuatro folios que traía para leer apenas leyó dos, los dejó de lado y se puso a hablar directamente y sin papeles y eso le gusta a la gente que de esa manera lo siente mas cercano y definitivamente auténtico.
El Papa se ha referido al pasaje de la Biblia en el que Jesús evita la lapidación de una adúltera y dice: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Y ha explicado que igual que Jesús ni condena ni desprecia a esa mujer, Dios tampoco condena y señaló “El rostro de Dios es el de un padre misericordioso que siempre tiene paciencia. ¿Habéis pensado a la paciencia que Dios tiene con cada uno de nosotros? Nos comprende, nos espera, no se cansa de perdonarnos”.
Escuche aquí la Oración y bendición de este domingo
Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, Francisco









