
Puntualizó que esa pena legal en su país debe ser parte de una guerra “a sangre y fuego” contra el narcotráfico, aclarando que en Cuba ese problema es inexistente.
El 11 de abril 2003, el régimen de los hermanos Castro fusiló a tres balseros por intentar escapar de la isla.
Según analistas, fueron ejecuciones políticas, porque el propio Castro lo ha declarado públicamente en más de una ocasión con la siguiente justificación “…fue doloroso mandar a fusilarlos; se hizo para detener una ola de balseros que podría ser mal interpretada por EUA, ordenando una respuesta militar contra Cuba…”.
En su alocución hizo referencia al “Golpe parlamentario en Paraguay”, acción “antidemocrática” que el gobierno cubano había rechazado en su momento con una declaración oficial que señalaba que Cuba no reconocerá autoridad alguna “que no emane del sufragio legítimo y el ejercicio de la soberanía por parte del pueblo paraguayo”.
Más tarde, en su discurso de aceptación de la presidencia pro tempore de la CELAC para Cuba, Raúl Castro no hizo referencia alguna a los postulados que rigen, entre otros, la constitución de la CELAC, que son la defensa de la democracia y la obligación de respetar estrictamente los derechos humanos de los ciudadanos en cada país.









