El presidente de la Generalitat de Catalunya marca distancias con Pedro Sánchez: “La corrupción no afectará al Govern”

La estrategia de Salvador Illa responde a una necesidad de supervivencia política en un escenario catalán extremadamente fragmentado entre el PSC y el PSOE, al enfatizar que «Somos partidos diferentes, no nos afecta la corrupción», explicó

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El president de la Generalitat, Salvador Illa y el presidente del gobierno de España Pedro Sánchez - Foto: Pool Moncloa

BARCELONA – En un giro discursivo que busca blindar la estabilidad, el President de la Generalitat de Catalunya, el socialista Salvador Illa ha endurecido su mensaje de autonomía frente a la dirección nacional del PSOE. Ante la creciente presión mediática y judicial que rodea al entorno de la Moncloa, Illa ha sido tajante: «El PSC y el PSOE son dos partidos diferentes con proyectos compartidos, pero responsabilidades distintas».

Un muro de contención en Cataluña

Durante su intervención, el líder del PSC subrayó que la gestión del Govern catalán se rige por estándares de transparencia que, según sus palabras, lo mantienen alejado de las turbulencias políticas de Madrid. El President busca evitar que el goteo de informaciones sobre corrupción que afecta al Gobierno de Pedro Sánchez termine por desgastar su mandato.

“Mi prioridad es Cataluña. Los ciudadanos pueden estar tranquilos: la situación que vive el Gobierno central no afectará ni a la hoja de ruta ni a la integridad del Govern de la Generalitat”, aseguró Illa.

Puntos clave de la ruptura discursiva:

  • Autonomía orgánica: Reivindicación del PSC como formación soberana con CIF propio, alejándose de la imagen de “sucursal” de Ferraz.

  • Blindaje institucional: Asegurar que los acuerdos presupuestarios y legislativos en Cataluña no dependan de la estabilidad parlamentaria en el Congreso.

  • Ética pública: Un mensaje de “tolerancia cero” diseñado para calmar a sus socios de investidura, quienes observan con recelo los titulares que llegan desde Madrid.

Análisis: ¿Por qué Illa se aleja ahora?

La estrategia de Salvador Illa responde a una necesidad de supervivencia política en un escenario catalán extremadamente fragmentado. Al enfatizar que «Somos partidos diferentes, no nos afecta la corrupción», el President intenta conseguir tres objetivos inmediatos:

  1. Retener el apoyo de ERC y Comuns: Sus socios necesitan garantías de que el Govern no se hundirá si la situación de Pedro Sánchez se vuelve insostenible.

  2. Desactivar a la oposición: Evitar que Junts y el PP utilicen los casos de corrupción nacional para bloquear la gestión diaria en Cataluña.

  3. Perfil Presidencial: Consolidar una imagen de gestor serio y pragmático, más centrado en la “política de las cosas” que en la supervivencia partidista.

    Aunque la relación personal entre Illa y Sánchez ha sido históricamente estrecha, el mensaje enviado hoy desde Barcelona deja claro que, cuando se trata de salvar a las instituciones catalanas, el President no está dispuesto a hundirse con el barco de Ferraz.