Evo Morales y el síndrome del Perro del Hortelano

Las contradicciones de Evo Morales

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Este jueves, Evo Morales volvió a demostrar que su talento para la contradicción es infinito. Ante la medida del gobierno boliviano de poner arancel cero a la importación de tecnología, Evo salió a opinar… sin explicar nada. Como buen Perro del Hortelano, ese personaje del clásico de Lope de Vega que ni come ni deja comer, Morales se plantó en la misma lógica: admite que esa tecnología a importar no se fabrica en Bolivia, pero no quiere que se abarate para los bolivianos.


Ventajas que no son ventajas

“La ventaja, claro, es que pueden abaratar los equipos que se importan”, dijo Evo, como si acabara de descubrir la cerveza. Sí, Evo, bajar aranceles abarata precios. ¡Gracias por la clase magistral de economía básica! Pero hasta ahí llega la claridad, porque inmediatamente se pone el disfraz del perro del cuento y empieza a ladrar dudas.


Desventajas que no se entienden

“La desventaja es menos ingresos para el país”, remató Morales, sin explicar cómo un país que no fabrica tecnología podría compensar esa pérdida. ¿Quizás con impuestos a las contradicciones? ¿O cobrando peaje por cada idea confusa que circula? Nadie sabe. Evo tampoco.


El cuento que lo explica todo

Para entender la comparación, recordemos la frase del clásico de Lope de Vega:
“Como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer”.
Evo, versión 2025: ni produce tecnología ni deja que la gente la disfrute barata.


Remate irónico

Al final, Evo parece tener una estrategia clara: si no hay industria tecnológica en Bolivia, mejor que tampoco haya lógica. Porque si algo no se fabrica, ¿por qué entonces no fabricar dudas?