Alejandro Lafluf: “Sin filosofía no hay ciencia, sin ciencia no hay futuro”

El Ser y la Falta analiza el agotamiento del paradigma inaugurado por Heidegger —la virtualización del ser y la viralización del sentido— y denuncia sus consecuencias: alienación tecnológica, miedo, pérdida de comunidad y crisis cultural. Lafluf sostiene que la posmodernidad no es un accidente, sino la consumación de un proceso filosófico que comenzó hace 25 siglos y que hoy nos deja sin respuestas frente a dilemas científicos y problemas éticos.

“No vivimos en un mundo virtual porque inventamos el celular y la internet; inventamos el celular y la internet porque vivimos en un mundo virtual”

Para Lafluf, la decadencia de Occidente no tiene raíz económica ni cultural, sino ontológica. “El olvido del ser nos ha arrojado a la tecnificación de la vida y a la viralización del sentido. Lo virtual convierte lo vital en viral”, resume. Su diagnóstico es contundente: mientras no plantemos cara a la virtualización, seguiremos atrapados en una meseta paradigmática que asfixia la ciencia y la cultura.

El libro dedica un extenso excurso a la física contemporánea: fluctuación cuántica del vacío, materia oscura, energía oscura, paradoja de la pérdida de información en agujeros negros. Lafluf muestra cómo estos “misterios” son límites ontológicos, no problemas técnicos. “La física no puede avanzar sin nuevas bases filosóficas. No hay Dirac sin Heidegger, no hay Einstein sin Hegel, no hubo Newton sin Scoto”, afirma.

Su propuesta: una filosofía trinitaria que supere el dualismo y articule espacio, tiempo y movimiento como hijos del ser trinitario. “La ciencia marcha de la mano de la filosofía. Si la filosofía no mueve, la ciencia no mueve”, sentencia.

Alejandro Lafluf Villarreal (Montevideo, 1963) es filósofo, docente e investigador independiente. Ha dedicado más de tres décadas al estudio de la historia del pensamiento occidental, la ontología y la relación entre filosofía y ciencia. Su trayectoria incluye conferencias en América Latina y Europa, y artículos sobre ética, epistemología y teoría del conocimiento. El Ser y la Falta será su obra más ambiciosa, concebida como un referente filosófico para nuestra época.

El título del libro “El Ser y la Falta” alude a la falta como falla ontológica que atraviesa toda la historia del pensamiento. “El ser es en la falta y por la falta”, escribe Lafluf. Esta idea lo lleva a cuestionar la absolutización del ser (existencialismo) y del mundo (estructuralismo), y a proponer una ontología que recupere la relación interdependiente entre ser y mundo.

Lafluf no se limita al diagnóstico: ofrece una salida. “La situación es muy grave y las apuestas están muy altas. No vamos a resolver esto con fugas tecnológicas ni con derivas éticas inconducentes. La esperanza es filosófica”, afirma. Su libro concluye con una metáfora luminosa: la dialéctica entre el Búho y la Alondra. “La filosofía trabaja de noche para que la ciencia y la cultura puedan volar al amanecer”, dice.

El Ser y la Falta no es solo un libro, es una invitación a pensar el presente y el futuro desde la raíz filosófica que sostiene la ciencia y la cultura. Alejandro Lafluf ha dedicado más de tres décadas a esta obra, que promete convertirse en un referente ineludible para comprender nuestra época. El autor y este medio seguirán de cerca cada paso de este proyecto, con nuevas entrevistas y análisis, aguardando con entusiasmo el momento en que esta obra vea la luz en los próximos meses.

Entrevista con Alejandro Lafluf

—¿Cómo nació la idea de este libro?
—Hace más de treinta años que esta obra está en mi mente. Surgió de una inquietud: ¿por qué la ciencia avanza, pero no logra resolver sus dilemas más profundos? Comprendí que la raíz del problema es filosófica. Sin filosofía no hay ciencia, sin ciencia no hay futuro.

—¿Por qué el título El Ser y la Falta?
—Porque la falta es la clave. El ser “es” en la falta y “por” la falta. Occidente ha intentado absolutizar el ser o el mundo, y eso nos ha dejado sin conciencia y sin sentido. Mi propuesta es recuperar la relación interdependiente entre ambos.

—¿Cuál es la tesis central?
—Que la decadencia de Occidente no es cultural ni económica, sino ontológica. El olvido del ser nos ha arrojado a la tecnificación de la vida y a la viralización del sentido. Lo virtual convierte lo vital en viral. Si no revertimos esto, el siglo deleuziano se convertirá en milenio deleuziano.

—¿Qué papel juega la ciencia en su obra?
—Un papel crucial. La física contemporánea está atrapada en dilemas que no puede resolver: materia oscura, energía oscura, fluctuación cuántica del vacío. Estos problemas no son técnicos, son ontológicos. No hay Dirac sin Heidegger, no hay Einstein sin Hegel. La ciencia necesita nuevas bases filosóficas.

—¿Qué espera que provoque este libro?
—Espero que abra un diálogo profundo. Que nos haga entender que la filosofía no es un lujo, sino la condición de posibilidad del futuro. Si la filosofía no mueve, la ciencia no mueve. Y sin ciencia no hay progreso.