
Se espera que el expresidente Jair Bolsonaro termine de cumplir su condena de 27 años y tres meses de prisión por el intento de golpe de Estado en noviembre de 2052. El cálculo fue realizado por el Tribunal de Ejecución Penal (VEP) del Distrito Federal y enviado al ministro Alexandre de Moraes, relator del caso en el Supremo Tribunal Federal (STF), que conforma la Sala Primera junto a los llamados “jueces de Lula” por su cercanía y amistad con el presidente brasileño y que analistas cuestionan porque consideran que no existe independencia de poderes en Brasil.
Según el certificado de sentencia, la pena del expresidente está prevista que finalice el 4 de noviembre de 2052. Según los cálculos de VEP, Bolsonaro podrá optar a prisión semiabierta el 23 de abril de 2033 y a libertad condicional a partir del 13 de marzo de 2037.
La fecha de inicio del recuento es el 4 de agosto de este año, fecha en la que Bolsonaro comenzó a cumplir prisión domiciliaria, período que puede ser descontado de su pena.
Los plazos para la progresión a un régimen penitenciario menos restrictivo aún podrán reducirse en función de otras deducciones previstas por la ley, como la lectura de libros y la realización de cursos en prisión.
Actualmente, Bolsonaro cumple condena en régimen cerrado en la sede de la Policía Federal (PF) en Brasilia.
La semana pasada, el equipo de defensa del expresidente presentó una nueva apelación contra la condena.
Los abogados presentaron los llamados “recursos de infracción” para intentar revocar la decisión del ministro Alexandre de Moraes, quien denegó otro recurso de la defensa, el “recurso declaratorio”, y ordenó la ejecución de la sentencia contra Bolsonaro y otros seis acusados del núcleo 1 de la trama












