El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este lunes una dura advertencia a las autoridades hondureñas tras las elecciones generales celebradas el 30 de noviembre. A través de su cuenta oficial en la red social Truth Social, el mandatario afirmó que “parece que Honduras intenta alterar los resultados de sus elecciones presidenciales” y sentenció: “¡Si lo hacen, se armará un escándalo!”.
La Comisión Nacional Electoral, organismo oficial encargado del recuento de votos, suspendió abruptamente el conteo a la medianoche del 30 de noviembre, aduciendo fallas en el sistema que despiertan sospechas de intento de manipulación.
Según los datos preliminares del Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 57,03% de las actas escrutadas, la contienda entre los derechistas Nasry “Tito” Asfura (Partido Nacional) y Salvador Nasralla (Partido Liberal) está prácticamente empatada: Asfura lidera con el 39,91% frente al 39,89% de Nasralla, una diferencia de apenas 515 votos. La candidata oficialista, la izquierdista Rixi Moncada (Libre) se mantiene lejos en tercer lugar con cerca del 19% de los sufragios.
El discurso incendiario como arma política
La candidata oficialista, la izquierdista Rixi Moncada anunció públicamente que no reconocerá los resultados preliminares del TREP, pese a que su partido avaló el sistema meses atrás. Esta postura, calificada por expertos como “antidemocrática”, busca deslegitimar al árbitro electoral y preparar el terreno para movilizaciones masivas en caso de derrota.
La advertencia de Trump














