El Ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, informó que el Gobierno envío al Congreso un proyecto de ley que pena con cárcel a quienes fabriquen y comercialicen fuegos artificiales, y que multa con hasta 2 millones de pesos a quienes los utilicen.
La iniciativa tiene en lema: “No uses, no compres, no vendas fuegos artificiales” y modifica la ley 17.798 sobre Control de Armas y Explosivos, y la ley 19.680 que Prohíbe la Venta de Fuegos Artificiales al público y regula los Espectáculos Pirotécnicos Masivos.
La norma actual prohíbe la fabricación, importación, transporte, almacenamiento o distribución de fuegos artificiales y artefactos similares. Las infracciones quedan bajo competencia del Juez de Policía Local respectivo, con posibilidad de aplicar multas y hasta la clausura permanente en los casos de reincidencia.
Sin embargo, con el fin de desincentivar la venta clandestina de este tipo de productos, el gobierno decidió ahora tipificar como delito determinadas conductas relacionadas con la comercialización, fabricación e importación de fuegos artificiales sin la debida autorización.
Así, se establecen penas de presidio menor en su grado mínimo (61 a 540 días) a quien fabrique, importe, comercialice, distribuya, venda o entregue fuegos artificiales, artículos pirotécnicos y otros artefactos similares, sus piezas o partes.
Además, incorpora sanción para el uso de fuegos artificiales, bajo la competencia del juez de Policía Local, con pena de multa de entre 10 a 50 Unidades Tributarias Mensuales.
El año pasado hubo en Chile nueve niños quemados por fuegos artificiales, y Carabineros decomisó un millón 400 mil unidades de éstos productos.
El presidente de Coaniquem sostuvo que la cifra preocupa, por cuanto significa más de 100% de aumento respecto del 2010, con casos en la Región Metropolitana, rompiendo la tendencia de casos sólo en zonas fronterizas del norte, ya que en los países vecinos no está prohibido el uso, lo que facilita el ingreso al país.
Argentina
El Ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, quien explicó que “el uso de estos artefactos siempre implica un riesgo para la salud y provoca que muchos, especialmente los más chicos, terminen los festejos en la guardia de un hospital”.
El funcionario indicó que según estimaciones de los efectores públicos nacionales, un gran porcentaje de los heridos graves por la manipulación de pirotecnia son niños de entre 5 y 14 años.
El dato es significativo, ya que los chicos son los mayores damnificados en incidentes de este tipo durante los días festivos, aún cuando no sean ellos quienes manipulen los artefactos y sólo asistan a su uso como observadores.
“Es inadmisible que las celebraciones de Navidad y Año Nuevo se estropeen teniendo que salir de urgencia a la guardia del hospital, por lo que pedimos nada de pirotecnia para los niños en estas fiestas”, dijo el titular de la cartera sanitaria.
“¿En qué cabeza cabe seguir exponiendo a los mas pequeños a riesgos severos que comprometen su integridad física?”, se preguntó el funcionario, quien añadió que “es necesario repensar tradiciones y costumbres acendradas en la gente ante la evidencia de las consecuencias graves que la provoca la pirotecnia”.
“Tenemos que ser terminantes: pirotecnia cero para tener unas fiestas en paz”, señaló el funcionario argentino.
“Quemaduras graves, heridas de distinta gravedad y hasta pérdida de la visión o la audición son cuestiones perfectamente evitables si los mayores tomamos conciencia e impedimos que los chicos manipulen o se acerquen a quienes encienden estos productos, cada vez mas diversificados y potentes”, agregó Manzur.









