Por Paco Tilla: (Influencer sin seguidores).-
¡Se acabó el carnaval en San José 1111! La Justicia, que hasta ahora parecía estar en modo “DJ de la impunidad”, decidió bajar el volumen y apagar las luces de la pista. La reclusa más famosa del país, CFK, tendrá que acostumbrarse a la nueva playlist: “Control estricto”.
Porque claro, hasta ayer aquello no era un departamento, era un boliche VIP con entrada libre para economistas, militantes y curiosos. Todo bajo la mirada indulgente de los tribunales, que parecían creer que la corrupción también daba derecho a organizar afters. Pero no: el Tribunal Oral Federal 2 dijo basta. ¿La gota que rebalsó la copa? Una reunión con nueve economistas, todos juntos, como si fuera un seminario de “Cómo hundir un país y seguir sonriendo”.
Ahora, cada alma que quiera pisar el parquet de San José 1111 deberá llenar formularios, avisar fecha, hora y hasta cuántos mates piensa tomar. Porque la Justicia descubrió que los privilegios no son parte del Código Penal, aunque algunos crean que sí.
La respuesta de la condenada no tardó: desde su cuenta en X, donde todavía puede tuitear como si fuera influencer, lanzó su clásico “¿Y cuál es el problema?”. El problema, querida, es que la fiesta terminó. Y esta vez no hay DJ, no hay economistas bailando sobre la inflación, ni selfies con el Modelo Económico Nacional del Siglo XXI. Solo queda el silencio incómodo de quien pensó que la condena era un trámite y la Justicia, un decorado.
Así que, estimados lectores, si pensaban ir a San José 1111, no olviden: lleven el DNI, la solicitud y, por las dudas, un certificado de buena conducta. Porque la pista está cerrada… y la presidiaria, soliviantada.










