Por Paco Tilla.-
Si la perseverancia fuera un deporte olímpico, Marco Enríquez-Ominami (MEO, para los amigos y para los memes) tendría más medallas que Michael Phelps. Pero lamentablemente, en Chile no se premia la insistencia, y menos cuando se trata de elecciones presidenciales. Cinco intentos, cinco derrotas: 2009, 2013, 2017, 2021 y ahora 2025. Ya no es un candidato, es un festival de derrotas.
Este año, MEO llegó con la misma energía de siempre y una promesa audaz: “Voy a pasar a segunda vuelta con un candidato de derecha”. Spoiler: no pasó. Ni cerca. Con 1,19% de los votos, quedó penúltimo entre ocho candidatos, apenas superando a Eduardo Artés, que probablemente votó por sí mismo y por su familia. Mientras Jeannette Jara y José Antonio Kast se preparan para el balotaje, Marco se prepara para… ¿otra película? ¿Un podcast? ¿Un sexto intento? Nunca lo sabremos, pero sospechamos que sí.
El Grupo de Puebla: Ni con amigos influyentes
Marco no solo es candidato eterno, también es fundador del Grupo de Puebla, ese club VIP de supuestos líderes progresistas latinoamericanos que se reúnen para hablar de integración regional y sacarse fotos con Lula. Pero ni esa red de contactos le sirvió para sumar votos. Parece que los electores chilenos no se impresionan con selfies internacionales.
El currículum electoral de MEO
- 2009: 20,14% – Tercer lugar. Prometía.
- 2013: 10,99% – Tercer lugar otra vez. Persistente.
- 2017: 5,71% – Sexto lugar. Empieza la caída libre.
- 2021: 7,60% – Sexto lugar. Un leve repunte, pero igual perdió.
- 2025: 1,19% – Penúltimo. El meme se consolida.
¿Por qué sigue?
Algunos dicen que lo mueve el amor por Chile. Otros, que lo mueve el amor por los debates televisivos y algunos porque le gusta hacer el ridículo. Lo cierto es que MEO es como ese amigo que nunca se va de la fiesta: todos ya están en pijama y él sigue pidiendo otra ronda.
Y finalmente no voy a caer en hacer un chiste muy banal asegurando que viendo el resultado me MEO de la risa…
Solo falta que diga para justificar tantas derrotas: “El éxito me persigue, pero yo me escapo…”
