Jamaica resiste entre los escombros: Más de 1,5 millones de personas afectadas por la devastación del huracán Melissa

La respuesta humanitaria se complica por la falta de combustible y los daños a las redes de comunicación

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Más de 1,5 millones de personas en Jamaica se han visto afectadas por los estragos del huracán Melissa, que ha dejado una estela de destrucción en todo el país, con miles de familias sin hogar y graves daños a la infraestructura, según informó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).

De acuerdo con las autoridades, más de 130 carreteras permanecen bloqueadas, mientras que las redes de electricidad y comunicaciones han sufrido interrupciones generalizadas. Los servicios de salud se encuentran bajo una enorme presión debido al colapso de instalaciones y la alta demanda de atención médica.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió que hasta 360.000 personas podrían necesitar asistencia alimentaria urgente. Las parroquias del oeste del país siguen siendo de difícil acceso, debido a los escombros acumulados y a la escasez de combustible que obstaculiza las labores de socorro.

“El pueblo jamaicano es resiliente, pero necesita apoyo urgente para mantener esa resiliencia”, afirmó Brian Bogart, director nacional de la Oficina Multipaís del PMA para el Caribe, durante una rueda de prensa en Nueva York ofrecida por videoconferencia.

Bogart subrayó que las necesidades más urgentes siguen siendo alimentos, agua potable, refugio y medicinas para las comunidades más afectadas. Añadió que el PMA ha estado “trabajando sin descanso” junto al Gobierno de Jamaica en el desarrollo de estrategias conjuntas para mitigar el impacto del desastre y avanzar hacia la recuperación.

En los últimos dos días, un buque de la armada francesa y otro de la holandesa han atracado en el puerto de Kingston con cargamentos de artículos de socorro, incluyendo alimentos no perecederos, agua embotellada, medicinas y equipos de emergencia.

El PMA planea brindar asistencia alimentaria y transferencias monetarias a unas 200.000 personas en todo el país durante los próximos días, en un esfuerzo por facilitar la transición desde la respuesta humanitaria inmediata hacia una estrategia de recuperación a largo plazo.

Cuba y Haití también sufren las secuelas de Melissa

El impacto del huracán Melissa no se ha limitado a Jamaica. En Cuba, la distribución de alimentos del PMA ya ha alcanzado a 180.000 personas en centros de protección ubicados en las provincias orientales de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, según informó Etienne Labande, director del organismo en el país.

Labande destacó que la presencia del PMA sobre el terreno ha sido “fundamental para garantizar una respuesta rápida y eficaz”, y subrayó el valor de la coordinación con las autoridades locales y las comunidades afectadas.

En Haití, las autoridades confirmaron al menos 30 muertes a causa del clima extremo asociado al paso del huracán. Se estima que 1,25 millones de personas han resultado afectadas, en un contexto ya marcado por una crisis humanitaria y de seguridad. La situación se ve agravada por la presencia de grupos armados que controlan gran parte de Puerto Príncipe, lo que complica las labores de rescate y distribución de ayuda.

“La recuperación es una maratón, no una carrera de velocidad”, subrayó Labande, al destacar la necesidad de una respuesta sostenida y coordinada entre gobiernos, organismos internacionales y comunidades locales.

Apoyo internacional y reconstrucción

Mientras Jamaica intenta reconstruir su tejido social y económico tras el devastador paso del huracán Melissa, los organismos de Naciones Unidas y los gobiernos de la región refuerzan los mecanismos de cooperación humanitaria.

El desafío inmediato radica en restablecer los servicios básicos, rehabilitar las infraestructuras dañadas y asegurar el acceso a alimentos y agua para cientos de miles de personas que aún permanecen en condiciones precarias.

Las autoridades han reiterado que la prioridad es atender a los más vulnerables, mientras el país inicia un largo proceso de reconstrucción y fortalecimiento de la resiliencia comunitaria.