El Gobierno del Ecuador anunció este domingo que no existen condiciones para continuar con el proceso de diálogo con los movimientos indígenas de la provincia de Imbabura, donde se concentra el epicentro de las protestas nacionales. La decisión se produce pese a la tregua acordada el pasado miércoles, que incluía el cese de manifestaciones y la instalación de mesas técnicas para analizar las demandas de los sectores movilizados.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Gobierno informó que el proceso quedó suspendido ante “las pretensiones e imposiciones establecidas por ciertos sectores de organismos y movimientos indígenas”. Dichas exigencias —señaló la cartera de Estado— “alteran los términos previamente acordados, cambian los actores que intervenían en el diálogo y vulneran los compromisos construidos con responsabilidad y buena fe en anteriores encuentros”. No se detallaron públicamente los nuevos pedidos presentados por los dirigentes movilizados.
El Gobierno añadió que los acuerdos asumidos no se han cumplido, ya que “las vías no han sido despejadas, los manifestantes no se han retirado y se mantienen acciones violentas”. En ese contexto, el Ministerio advirtió que el Ejecutivo no cederá a presiones ni chantajes, y que actuará con firmeza dentro del marco de la ley para garantizar la seguridad y la libre movilidad de la ciudadanía. “Nuestro deber es proteger los derechos de la mayoría de ecuatorianos que quieren vivir en paz”, señaló el comunicado.
La suspensión del diálogo ocurre tras la reunión encabezada el pasado miércoles por el ministro del Interior, John Reimberg, con representantes de la Unorcac y la FICI, encuentro en el cual se anunció el fin del paro y la reapertura de carreteras a partir de ese mismo día. Sin embargo, las comunidades rechazaron lo pactado y ratificaron la continuidad de la movilización, decisión que fue respaldada por la Conaie, organización que no participó en dicha mesa y que convocó a las protestas hace casi un mes.
Hasta este domingo, trece carreteras permanecían bloqueadas en tres provincias, principalmente en Imbabura, mientras se registraban nuevos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes en comunidades al norte de Quito.
Las protestas se originaron tras la eliminación del subsidio al diésel, pero la Conaie amplió sus demandas, incluyendo la reducción del IVA del 15% al 12% y la liberación de los detenidos durante las manifestaciones.