Aplaudir la violencia en las calles de España; el último desatino de Pedro Sánchez mientras la corrupción en su familia y en el gobierno no le dan respiro

Sindicatos policiales de España denuncian al gobierno por la violencia alentada por Pedro Sánchez

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El público huyendo de la violencia en Madrid

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ya no tiene freno en su afán de mantenerse en el poder a cualquier precio y lejos de las actitudes de un estadista, que cuida a su pueblo, parece haber saltado el alambrado que separa la razón de la locura y en un mitin político en Andalucía este domingo, aplaudió que manifestantes propalestinos,  con extrema violencia, interrumpieran la Vuelta Ciclista de España, para protestar por la situación en Gaza.

Un jefe de Gobierno puede criticar la situación en Palestina, pero nunca fomentar la violencia poniendo en peligro la integridad física de niños y familias que tuvieron que escapar en Madrid, tras los graves incidentes iniciados por los manifestantes.

“Vaya por delante nuestro reconocimiento y respeto absoluto a los deportistas, pero también nuestra admiración a un pueblo como el españolque se moviliza por causas justas como la de Palestina”, aseguró Sánchez sin reconocer que los actos no fueron pacíficos y que pusieron en peligro a niños y familias que llegaron al centro de Madrid para presenciar el cierre de la competencia. ¿Movilizarse con violencia es una causa justa? 

La realidad sobre los desatinos de Sánchez, parten del estado mental extremo en que se encuentra; su mujer, Begoña Gómez, está imputada en sendas causas judiciales de corrupción, por varios delitos: malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, corrupción en los negocios e intrusismo profesional.

Su hermano, David Sánchez, irá a juicio, imputado por tráfico de influencias y prevaricación.

José Luis Ábalos y Santos Cerdán, los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, están implicados en causas de corrupción y Cerdán ya está en prisión.

El desvarío de Pedro Sánchez ya es inocultable y las derivaciones preocupan a los ciudadanos, que ven un gobierno ausente, que vive fuera de la realidad, sin atender las necesidades de los españoles.

Sindicatos policiales de España denuncian al gobierno por la violencia