
Una ola de frío polar sin precedentes ha azotado la parte baja de Sudamérica desde el 26 de junio, provocando temperaturas extremadamente bajas, alteraciones en servicios básicos y una creciente preocupación por sus efectos sociales y económicos. Según informó este jueves la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las temperaturas descendieron hasta -15°C en algunas zonas, marcando un fenómeno climático de una gravedad inusual incluso para la región andina.
El 30 de junio, tanto Chile como Argentina se posicionaron entre los lugares más fríos del planeta fuera de las regiones polares, una situación que ha encendido las alarmas en ambos países. Las autoridades han emitido alertas tempranas y advertencias por frío extremo, en respuesta a un potente anticiclón de origen polar que ha provocado heladas generalizadas y cielos despejados, condiciones típicas de una alta presión atmosférica.
Efectos inmediatos y cortes en el suministro energético
La ciudad costera de Mar del Plata, al sur de Buenos Aires, ha sido una de las más afectadas. Las temperaturas, poco habituales para esta época del año en zonas urbanas, causaron interrupciones en la distribución de gas natural. Funcionarios locales informaron que se solicitó a los comercios no abrir sus puertas para conservar el suministro energético prioritariamente en los hogares. Escuelas y edificios públicos permanecieron cerrados el jueves, con posibilidad de extenderse durante el viernes.
En gran parte del centro y sur de Argentina, los termómetros marcaron entre 10 y 15 grados por debajo del promedio estacional, según los servicios meteorológicos nacionales.
Condiciones meteorológicas inusuales y récords históricos
La OMM destacó que, si bien la región de los Andes y la Patagonia están acostumbradas a inviernos rigurosos, la intensidad y alcance de esta ola de frío han sido excepcionales. Se reportaron temperaturas mínimas récord en múltiples estaciones meteorológicas tanto en Argentina como en Chile.
Incluso el desierto de Atacama en Chile —considerado el lugar más seco del planeta— fue cubierto por la nieve por primera vez en más de diez años. Otras nevadas inusuales se registraron en el valle de Calamuchita (Córdoba), la ciudad costera de Mar del Plata, y en regiones montañosas del norte patagónico.
En ciudades chilenas como Santiago, Rancagua y Talca, el aire frío estancado provocó una acumulación significativa de contaminantes, deteriorando la calidad del aire en zonas urbanas densamente pobladas.
Impacto económico y social
Más allá del impacto climático, las consecuencias económicas y sociales de este fenómeno comienzan a hacerse sentir. Productores agrícolas en el centro de Chile y en la región norte de la Patagonia reportaron pérdidas en cultivos frutales y daños a las cosechas de invierno debido a las heladas tempranas.
El transporte y la actividad escolar se vieron interrumpidos en varias ciudades no acostumbradas a enfrentar un invierno de estas características, lo que agrava la situación de comunidades vulnerables.
Un contraste climático global
Mientras Sudamérica lidia con temperaturas gélidas, el hemisferio norte, especialmente Europa, enfrenta olas de calor extremo que también amenazan vidas y ecosistemas. Este fuerte contraste pone en evidencia la creciente volatilidad de los patrones climáticos a nivel mundial y, según la OMM, “subraya una vez más los efectos cada vez más severos del cambio climático”.
Vídeos ICNDiario: Cercanías del Santuario de la naturaleza Carlos Anwandter en la Selva Valdiviana; North Patagonia-Chile.












