Ecuador y las elecciones| Luisa González y Rafael Correa entre lágrimas: ¡A llorar a la llorería!

En definitiva, los malos perdedores que no aceptan un resultado y derraman lágrimas tras la derrota; por eso la recomendación de que vayan, ¡a llorar a la llorería!

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Interpretación gráfica Luis Rondán

Tras la segunda vuelta electoral este domingo (13) en Ecuador, el Consejo Nacional Electoral (CNE), informó que Daniel Noboa es el ganador en los comicios  con más de 10 puntos de diferencia.

Luisa González, la candidata de Rafael Correa y del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, se negó a reconocer los resultados y habla de fraude.

La surrealista excusa de González y su jefe el fugado Correa, es decir que las encuestas no se pueden equivocar tanto, cuando el mundo sabe que los sondeos de opinión son falibles y la mayoría de las veces le erran de manera vergonzosa.

No conforme con eso, la fiel alumna correista se enoja con los votantes ecuatorianos y los denigra: “Me niego a creer que exista un pueblo que prefiera la mentira antes que la verdad”. ¿ A cuál verdad se refiere González? ¿A la condena judicial por corrupción en el caso Sobornos del expresidente Rafael Correa y del vice Jorge Glas?

Niegan los resultados y no reconocen la labor de los organismos internacionales que desplegaron a sus enviados a fiscalizar en todo el territorio ecuatoriano.

Los observadores internacionales que Correa y González se niegan a reconocer

Observadores de la Unión Europea y de la OEA – Foto: CNE

La Misión de Observación Electoral (MOE) de la Unión Europea con 42 observadores en las distintas provincias del Ecuador, que se denominan de ‘corto plazo’, que estarán presentes hasta el 18 de abril, sumados a los 36 observadores de ‘largo plazo’ que ya estaban desplegados en todo el territorio ecuatoriano desde el comienzo de la campaña electoral para la segunda vuelta electoral realizada este domingo.

El jefe de la Misión de Observadores de la OEA, el ex canciller de Chile, Heraldo Muñoz, declaró en la red X, expresando la confianza a los resultados oficiales que “coinciden con la información compilada por los observadores de la OEA”

Por su parte, la Misión de observadores de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE),  destaca en su informe “que participó en la segunda vuelta Presidencial de las elecciones de Ecuador. Participaron en el acto inagural, en la jornada electoral y observaron la apertura de votaciones, cierre de mesas y escrutinio. Finalizada la jornada realizaron una reunión de evaluación”.

La Misión de observadores de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE), en Ecuador

El Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla: los injerencistas

Los organismos de izquierda que siempre terminan ejerciendo una injerencia indebida en los actos comiciales de la región; el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, salieron a respaldar a Luisa González.

Mónica Valente, Secretaria Ejecutiva del Foro de São Paulo, escribió en la red social X, un texto apresurado con errores a destacar: “Como @ForodeSaoPaulo respaldamos a @LuisaGonzalezEc contra un fraude electoral grotesco! Actas sin firmas, ninguna encuesta anterior previó una diferencia tan grande, estado d excepción en zonas pró Luisa; no ampliar su votación de la 1 vuelta apesar de ampliar su coalición!”.

Primero, las actas electoras sin firmas, son en su mayoría del partido de Luisa González, según datos primarios. Segundo: Valente dice que “ninguna encuesta anterior previó una diferencia tan grande”, como si los sondeos de opinión fueran infalibles, cuando está probado que con demasiada asiduidad se equivocan. Eso no demuestra fraude, pero Mónica Valente debe cumplir con lo que le ordenan sus jefes y tratar de entreverar el resultado.

Por su parte el Grupo de Puebla también se suma a cuestionar el resultado con un escueto mensaje: “Nuestro respaldo a @LuisaGonzalezEc” junto a un video con la excandidata hablando sin aceptar la derrota.

En definitiva, los malos perdedores que no aceptan un resultado y derraman lágrimas tras la derrota; por eso la recomendación de que vayan ¡a llorar a la llorería!.