La empresa japonesa de autopartes Yazaki, una prestigiosa multinacional establecida en 46 países, ha comunicado que cerrará sus dos plantas en Uruguay (Colonia y Canelones) y más de mil empleados quedarán sin trabajo.
Yazaki explicó que las plantas en Uruguay no eran competitivas, y que los permanentes conflictos gremiales hacían inviable la operación. Informaron que cumplirán con todos los pagos a los empleados.
Y la piola se rompió, como expresó el director nacional de Trabajo de Uruguay, Federico Daverede.
El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala refutó la versión oficial sobre el anuncio de la empresa Yazaki de abandonar el país en busca de condiciones más flexibles para el accionar empresarial.
Según el PIT-CNT, la crisis desatada por el anuncio de la empresa sin embargo recibió una explicación temeraria por parte del director nacional de Trabajo, Federico Daverede, quien justificó la huida de YAZAKI / TOYOTA y la posibilidad que más de 1200 trabajadores queden en la calle, al señalar que “el sindicato tiró mucho de la piola y la piola se rompió”.
Abdala, en su confusión y negando la realidad, culpa también a la empresa que compra las autopartes: “Esta firma procedió de una manera encubierta, de una manera absolutamente desleal con las trabajadoras y los trabajadores y con el país. Nosotros no involucramos solamente a Yazaki, sino también a la firma Toyota, que es la que le compra”. Increíble, pero dijo eso.
El director del diario El País, Martín Aguirre, en una columna de opinión, preguntaba: “¿hay algún país donde una empresa comunique meses antes que baja la cortina? Eso cuando es una empresa seria, no cuando lo que busca es presionar para conseguir alguna ventajita. ¿Hay algún país del mundo donde sea natural que en una empresa se pare la producción por cada berretín político del gremio? ¿Hay algún país del mundo que haya prosperado con ese sistema que quiere Abdala? Por otro lado, si usted invierte en un país, la operación va más o menos, se tiene que fumar a unos sindicalistas que lo tratan todo el tiempo como si fuera un jodedor, y encima un nuevo gobierno le pone un ministro de Trabajo comunista, y un inspector del PVP… ¿Es tan raro que se mande mudar, cuando todos los países compiten por recibirlo? Con la mano en el corazón, si fuera su plata, ¿usted qué haría?”.













