La violencia de las pandillas en Haití está alcanzando niveles alarmantes, con decenas de miles de personas obligadas a abandonar sus hogares y un colapso generalizado de las cadenas de suministro esenciales. Pese a los crecientes peligros, las Naciones Unidas reiteran su compromiso de permanecer en el país para brindar asistencia vital a las comunidades más vulnerables que enfrentan esta crisis humanitaria sin precedentes.
Expansión del control de las pandillas y colapso de la seguridad
Las bandas armadas han ampliado su control territorial, bloqueando las rutas de acceso a la capital, Puerto Príncipe, y aislando aún más a las comunidades. Se estima que controlan alrededor del 85% de la ciudad, incluyendo zonas previamente consideradas seguras, como Pétion-Ville, donde se encuentran oficinas internacionales, personal de la ONU y el cuerpo diplomático.
A pesar del despliegue de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), respaldada por el Consejo de Seguridad de la ONU para asistir a la policía nacional, las fuerzas de seguridad luchan por mantener el orden debido a la falta de recursos críticos.
Crisis humanitaria y desplazamiento masivo
En solo cuatro días, más de 20.000 personas en la región de Puerto Príncipe se han visto obligadas a huir de sus hogares buscando seguridad y refugio. La coordinadora humanitaria de la ONU en Haití, Ulrika Richardson, informó sobre el cierre del aeropuerto debido a los disparos de pandillas y ataques a aviones comerciales, lo que agrava aún más la ya crítica situación de seguridad.
El impacto de la violencia también ha forzado a organizaciones internacionales como Médicos Sin Fronteras (MSF) a suspender sus operaciones en la zona metropolitana tras un ataque a una ambulancia que resultó en la muerte de un paciente.
Continuidad de la asistencia humanitaria
A pesar de los enormes desafíos, las agencias de la ONU y sus socios humanitarios han continuado con sus operaciones en Haití. Según la Sra. Richardson, se han distribuido miles de comidas, servicios médicos y psicosociales, así como agua potable a las comunidades afectadas. Asimismo, los vuelos humanitarios desde Cap-Haitien hacia Puerto Príncipe se han reanudado tras el cierre temporal del aeropuerto.
Llamado a la comunidad internacional
Miroslav Jenča, jefe de operaciones de paz de la ONU para las Américas, destacó la necesidad urgente de apoyo internacional para frenar la escalada de violencia y proteger a las comunidades vulnerables. “La situación es crítica, y la cooperación global será esencial para restaurar la seguridad y garantizar el acceso a ayuda humanitaria en Haití”, enfatizó.