Por Raúl Vallarino.-
No soy cronista deportivo, escribo sobre otros temas, pero como aficionado al fútbol, voy a dar mi opinión.
¡Qué bien me caía Luis Suárez!. Sufrí cuando la lesión de meniscos del delantero en 2014 hizo peligrar su participación en el mundial, pero sus ganas de superar el difícil momento obraron el milagro.
Me sentí solidario con el salteño cuando en 2021 el impresentable Ronald Koeman, dirigiendo al Barcelona de España, lo despreció de la manera más vil y lo sacó del club.
Cada uno de sus logros en los equipos en los que jugó y en la selección, los aplaudí y como manya, igual me alegré de que viniera al eterno rival.
Luego, su paso por Gremio de Porto Alegre, fue descollante y digno de elogio.
La decisión de ir a terminar su carrera a los EEUU, era algo entendible, jugar con su amigo Messi y otros compañeros del Barcelona.
El pasado es el pasado y los 15 años del proceso Tabárez, donde se perdió toda una generación notable y los logros fueron escasos para tanto tiempo, no justifican la frase del ex entrenador: “El camino es la recompensa”, porque casi no hubo compensación en ese extenso periodo.
Hoy, Suárez no pudo soportar que le dijeran de frente que no podían asegurarle la continuidad en el plantel de la selección y todo lo bueno que hizo en los terrenos de juego, lo destruyó en un instante.
La duda que me queda es que si Bielsa le confirmaba su permanencia en el plantel de Uruguay hasta fin de año, Suárez habria hecho la denuncia sobre los presuntos malos tratos o callaba.
La verdad es que sus palabras hicieron un enorme daño a la selección. Si realmente ocurrieron los hechos como Suárez dice, debió hablar en el momento y no hacerlo desde la lejanía, porque embretó a sus compañeros que siguen buscando la clasificación al próximo mundial.
Distorsionó todo el ambiente y recordemos que sin él en el equipo, Uruguay derrotó con clase a Brasil y Argentina, algo impensado tras el proceso Tabárez y el breve de Alonso.
Pero no todo lo hizo Suárez, la AUF, que trajo a Bielsa, no ha estado a la altura de las circunstancias. El presidente de ese organismo, Ignacio Alonso, dijo que el jugador salteño no mintió y creó otro frente de discordia en lugar de tratar el tema en la interna.
Por otro lado, Uruguay no tiene peso en la Conmebol, que por otras razones parece ir en contra de los celestes, viendo las inexplicables y duras sanciones aplicadas a los jugadores orientales, que lo único que hicieron fue saltar a la tribuna del estadio en EEUU a defender a sus familiares que estaban siendo agredidos por violentos aficionados colombianos.
Y con esas suspensiones, le diezmaron el equipo y las posibilidades.
Entonces, Bielsa, públicamente defendió la acción lógica de sus jugadores y dijo cosas contundentes, respaldando a sus dirigidos, arriesgándose a ser sancionado y ahora, algunos parecen olvidar esta loable actitud.
¿Qué pasará con el entrenador argentino? No lo sé, pero con él, Uruguay comenzaba a obtener logros y eso parece molestar a ciertos personajes.
Ignoro lo que viene, donde varios que deslumbran en sus equipos deben levantar su producción en la selección, pero lo que tengo claro es que, Suárez, nunca más…
