El gobierno de Pedro Sánchez navega en un mar de contradicciones, mientras la ministra de Defensa, Margarita Robles, calificó al régimen chavista como una dictadura, el ambivalente ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tras desmarcarse de Robles, remarcó insólitamente que “España quiere tener las mejores relaciones, relaciones absolutamente fraternales” con Venezuela y catalogó de “soberanas” las referidas decisiones de Nicolás Maduro.
Esto ha provocado el rechazo desde distintos ámbitos de la política española; el Partido Popular (PP), la principal fuerza opositora de España, instó al Ejecutivo del país encabezado por Pedro Sánchez, a que retire al embajador español en Venezuela, Ramón Santos, en respuesta a la decisión de Caracas de llamar a consultas a su embajadora en Madrid, Gladys Gutiérrez, y convocar a Santos a la Cancillería venezolana.
“Parece mentira que este Gobierno retirase al embajador en Argentina, que puede no gustarle a Sánchez, pero es una democracia y, sin embargo, mantenga al de Venezuela que, aunque Sánchez no lo vea, es una dictadura. Ha llegado la hora de normalizar las relaciones con Argentina y normalizarlas con Israel, que son democracias, y poner al régimen venezolano donde se merece”, dijo en declaraciones ante la prensa el vicesecretario de Internacional del PP, Esteban González Pons.
La tensión diplomática entre los dos países estalló después de que la ministra de Defensa española, Margarita Robles, calificara el jueves a Venezuela de “dictadura”.
El Gobierno venezolano tras esas declaraciones a las que tachó de “insolentes, injerencistas y groseras”, llamó a consultas a Gutiérrez, así como citó a Santos para que dé explicaciones.
El 11 de septiembre, el Congreso de los Diputados de España aprobó, con 177 votos a favor, una propuesta del derechista PP para que el Gobierno de Pedro Sánchez reconozca al opositor Edmundo González como presidente electo de Venezuela.
Al respecto, la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) de Venezuela anunció que instará al Gobierno de Nicolás Maduro a romper relaciones diplomáticas y comerciales con España.